Criar a los adolescentes es difícil. Hay muchos padres que temen los años de la adolescencia. Ese miedo puede ser merecido porque son los años en los que se redefine la relación entre el chico y la familia. La importancia de los amigos aumenta para ellos, mientras que la de los padres y hermanos disminuye. El fruto de su trabajo no se ve tan fácilmente como antes. En algunos casos, incluso puede parecer que tu influencia es rechazada de plano.
Si es así, aguanta. Tu trabajo no es en vano. Este periodo puede resultar la fase más gratificante y vibrante de la crianza. Aquí tienes 10 claves para criar a un gran adolescente.
Debajo de todos los ceño fruncido, tu hijo sigue estando ahí.
Incluso cuando te rechazan, hay un lugar en el fondo que se siente aliviado de que estés ahí cuidando de ellos. Siguen necesitando tu atención y reconocimiento. Puede que quieran más espacio, pero siguen queriendo que los persigas. No dejes que tus sentimientos heridos te impidan hacerlo. Esa fase terminará. Estudia a las personas y cómo están cambiando. Afirma su crecimiento.
Deja que tu amor se manifieste.
Todo el amor y el cariño que necesitaban cuando eran más jóvenes lo siguen necesitando ahora. Querer a tu hijo significa que tienes que encontrar formas de expresar tu amor a través de tus acciones y palabras. No dejes que tu hijo adolescente se pregunte cuál es tu posición respecto a él. Puede que le rechacen, pero un padre cariñoso nunca rechaza a sus hijos.
Aliente su fe.
A los jóvenes se les dice constantemente que su valor está determinado por su aspecto y su rendimiento. Alentar su fe en que su valor proviene del Dios que los creó les da permiso y confianza para ser ellos mismos. También afirmará su carácter moral.
No hable a sus adolescentes.
Todo el día están siendo sermoneados por adultos, muchos de los cuales se preocupan más por su propia agenda que por los niños. Es agotador para los adolescentes y hace que no confíen en los adultos. Reconozca que el cansancio está ahí. Al disciplinar o dar consejos a tus hijos adolescentes, háblales como a adultos. Además, sea claro y conciso.
Recuerde escuchar.
Esta afirmación está relacionada con la anterior. Pocos adultos respetan y escuchan a los adolescentes. Cuando escuchas a tu hijo adolescente, éste se siente capacitado. Sienten que tienen voz.
Reforzar una norma dentro de los adolescentes.
Los niños no nacen sabiendo lo que es correcto. A medida que crecen, los adolescentes se enfrentan a la presión de abandonar o querer experimentar fuera de las normas morales que se les dieron cuando eran más jóvenes. No sólo es importante recordarles lo que se les enseñó en sus años de juventud, sino darles razones prácticas de por qué hay límites. No tengas miedo de ser tú quien culpe a sus amigos de ser estrictos. Puede que en realidad te lo agradezcan internamente.
Conoce a sus amigos.
Los adolescentes quieren elegir a sus amigos. Hazles preguntas sobre ellos y escucha. Intenta conocer a sus amigos. Crea un ambiente en tu casa que haga que otros niños quieran reunirse allí. Conozca a los padres y a la familia de sus amigos.
Ofrece tu sabiduría.
Al ser padre, automáticamente tienes el don de la sabiduría porque has vivido más que tus hijos adolescentes. Probablemente nunca admitirán que tenías razón o que no lo saben todo. Sin embargo, eres una fuente de sabiduría que necesitan.
Ayúdales a mantenerse centrados.
Siendo padre, tienes automáticamente un don de sabiduría porque has vivido más que tus hijos adolescentes.Ayúdales a encontrar un equilibrio entre disfrutar de lo inmediato y mirar hacia el futuro. Es fácil olvidar las consecuencias de nuestras decisiones actuales. Enséñales la alegría de la gratificación diferida. No todo son los partidos de fútbol del viernes por la noche o el baile de graduación.
Llévelos a la aventura.
Nada se gana el derecho con un adolescente como hacer algo aventurero juntos. Llévalos a un curso de cuerdas altas, a acampar o a hacer rafting en aguas bravas. Sacarlos de su zona de confort y de la tuya aumentará su vínculo contigo.