1. Apoya tus sueños y se esfuerza por ayudarte a conseguirlos en todo lo que puede.

2. Le encantan tus amigos y pregunta regularmente por ellos. A vosotros ni siquiera os importa tanto tener «noche de chicos» porque ella puede pasar el rato sin importar lo que ocurra.

3. Todavía te manda mensajes de texto con cosas traviesas. No importa cuánto tiempo hayan estado saliendo, ella todavía te envía textos coquetos y te hace saber lo mucho que te ha estado deseando todo el día.

4. Eres más que su novio y ella es mucho más que tu novia. Tenéis una relación de pareja. Ambos jugáis activamente un papel en vuestra relación para hacerla lo mejor posible.

5. Puedes contarle cualquier cosa. No hay nada que sientas que tienes que ocultar de ella. Nunca.

6. Quieres cuidar de ella. Sientes ese instinto natural de querer amarla y protegerla aunque sepas que ella puede arreglárselas sola.

7. Nunca te cansas de estar cerca de ella. Siempre es la persona número uno en la que piensas cuando pasa algo. Si encuentras un clip divertido en YouTube o acabas de ser testigo de una locura, ella es la primera persona a la que envías un mensaje.

8. Compartís las mismas aficiones pero también tenéis vuestras propias vidas. No tenéis problema en complacer los intereses del otro pero también tenéis otras aficiones que os gusta hacer en solitario.

9. No te sientes amenazado por su necesidad de espacio. Entiendes cuando necesita tomarse una tarde libre para hacer sus propias cosas, ya sea sola o con amigos. No necesitas saber cada detalle de lo que hace.

10. No te asusta pensar en estar con ella el resto de tu vida. Hace tiempo que dejaste de preocuparte por otras chicas. Claro, puede que te fijes en una chica guapa de vez en cuando, pero ya no piensas en estar soltero. Puedes ver a tu chica en tu vida para… básicamente… siempre. Ella es perfecta. ¿Qué más podría tener cualquier otra chica que ella no tenga o que ya haga mejor?

11. Sabéis tener desacuerdos sanos. Ninguno de los dos sois perfectos y a veces os hartáis el uno del otro pero nunca es una pelea fea e injusta de insultos o de decir cosas que no queréis. Los dos os esforzáis por tener discusiones productivas cuando surge algo importante. Y si la cosa se calienta, ambos sabéis dar marcha atrás y dejar que el otro se calme.

12. No intentáis cambiar al otro. Los dos habéis aceptado hace tiempo las peculiaridades que os hacen únicos. Claro, puede que no entiendas por qué ella hace todo lo que hace, pero no pasa nada. Has aceptado sus defectos e imperfecciones al igual que ella ha aceptado los tuyos.

13. En realidad te gustan sus amigos y su familia. Quizás no todos. Tal vez no todo el tiempo. Pero no te importa salir con ella y las chicas si te invitan a salir.

14. Ella te inspira a ser mejor persona. Ya sea por su capacidad de ser más paciente con los desconocidos o por su empeño en alcanzar sus objetivos en la vida, te encanta observarla y aprender de ella. Ella te hace querer ser un mejor hombre.