Todos nos hemos enfrentado a días en la oficina en los que no nos sentimos motivados. Los días malos le ocurren a todo el mundo y es difícil -si no irreal- hacer constantemente tu mejor trabajo. Hay momentos en los que procrastinas demasiado, te falta concentración o te cuesta empezar proyectos importantes.
Puedes reaccionar deprimiéndote, preguntándote dónde ha ido a parar tu determinación. Puede ser decepcionante sentir que no estás a la altura de tus aspiraciones, especialmente cuando hay trabajo importante que hacer, que casi siempre lo hay. La velocidad, la eficiencia y la productividad son las que impulsan los resultados, y cuando nuestra energía no se corresponde con nuestra ambición, puede ser frustrante.
Cuando se carece de entusiasmo, un solo día en la oficina puede parecer una batalla cuesta arriba. Un bajón de motivación de larga duración puede dejarte estresado, sintiéndote culpable de no estar haciendo lo suficiente para avanzar en tu carrera.
Los efectos sobre tu bienestar pueden ser numerosos: puedes tener dificultades para dormir, encontrarte enfermo o notar una disminución de tu capacidad de concentración. Tu salud mental recibe una paliza por el agotamiento emocional, con la ansiedad y el pesimismo ensombreciendo tu estado de ánimo.
Pero no tienes por qué quedarte atrapado en esta rutina. Con un poco de exploración y reflexión, puedes llegar al fondo de lo que está minando tu energía y salir de él.
Aquí tienes tres razones por las que estás desmotivado junto con las soluciones para recuperar el rumbo rápidamente.
Estás atrapado en la «trampa de los ocupados»
Hoy en día estar ocupado es un símbolo de estatus, una señal de que eres buscado y demandado. Aunque su ego puede disfrutar de la validación, estar perpetuamente en «modo de trabajo» y estar disponible las 24 horas del día puede conducir al agotamiento.
Operar bajo la ilusión de que estar constantemente ocupado le ayuda a avanzar profesionalmente puede ser contraproducente, ganándose el título de pusilánime de la oficina, o llevándole a estar resentido con su trabajo, su jefe y sus compañeros de trabajo.
Para librarse de la trampa de estar ocupado, tiene que priorizar y eliminar despiadadamente las tareas no urgentes, lo que le permitirá invertir en el trabajo que es verdaderamente importante.
Para superar tu adoración crónica de los ocupados, empieza a desengancharte de las responsabilidades que en realidad son el trabajo de otra persona. Practica decir «no» más a menudo. Cuando aceptes asumir algo, hazlo con una clara intención. Intenta decir: «Elijo…» en lugar de «tengo que…». Puede parecer sencillo, pero tus palabras crean tu realidad, y este sutil cambio verbal invoca la autonomía y la elección personal, lo que aviva la motivación. Se siente muy diferente decir «elijo ir al evento de networking de esta noche» en lugar de «tengo que ir al evento de networking de esta noche».
Estás confiando en la fuerza de voluntad
Convencerte a ti mismo de realizar una tarea por pura voluntad es difícil. Cuando la fuerza de voluntad te falle, céntrate en crear hábitos que hagan que tu éxito sea inevitable. A menudo, empezar un gran objetivo o un proyecto complicado es la parte más difícil. Una vez que te pones en marcha, todo el proyecto parece mucho menos desalentador.
El truco para mantenerse motivado es crear pequeños hábitos que ayuden a la productividad y le hagan sentirse bien con lo que está logrando.
Conquiste los bajones de fuerza de voluntad reduciendo las barreras que se interponen en su camino para comenzar una tarea. Por ejemplo, si tiene que hacer una tarea de escritura difícil, concéntrese en escribir sólo la primera frase (incluso si es un flujo de conciencia). Pero, una vez que escribas esa primera línea, es probable que sientas que tu ansiedad se desvanece.
También puedes intentar desarrollar una rutina de calentamiento que ponga en marcha una cadena positiva de eventos para ayudarte a generar impulso. Por ejemplo, tal vez tenga una señal, como prepararse el café de la mañana o consultar el correo electrónico, que sirva de transición al modo de trabajo. A muchos empresarios con los que trabajo les gusta empezar el día con 10 minutos de meditación. Esta puede ser una forma excelente de prepararse para el día y hacer que la mente se ponga en marcha para trabajar. En lugar de conjurar la fuerza de voluntad, pasarás orgánicamente al estado mental profesional.
Estás emocionalmente agotado
Si te sientes como si fueras sonámbulo durante tu jornada laboral, es probable que estés entre el 70% de las personas que se sienten emocionalmente desconectadas en la oficina.
No subestime sus necesidades sociales cuando intente identificar su barrera motivacional. La pirámide de Maslow sitúa la pertenencia como el tercer aspecto más importante de nuestra salud mental, sólo por detrás de las necesidades físicas y la seguridad. Sentirse aceptado y útil en el trabajo es esencial para mantener el impulso de cumplir con tus obligaciones día tras día.
De hecho, se ha descubierto que la «seguridad psicológica» es el rasgo más importante que comparten los equipos con éxito. Los grupos caracterizados por la confianza interpersonal y el respeto mutuo no sólo son más felices, sino también más productivos. Cuando los empleados confían en que sus compañeros no les avergonzarán, rechazarán o castigarán por hablar, logran más y prosperan en sus carreras.
Para reparar su agotamiento emocional, comience a estructurar deliberadamente las oportunidades sociales en su flujo de trabajo. Una forma fácil de empezar es llegar cinco minutos antes a las reuniones. Utilice el tiempo no estructurado para una conversación ligera. Esta pequeña charla informal no es sólo una cháchara sin sentido, y contribuye en gran medida a establecer relaciones más sólidas con los compañeros.
Si es usted un directivo, intente reavivar la motivación de su equipo dando un mayor significado a las tareas cotidianas y volviendo a los objetivos compartidos. El liderazgo empático tiene que ver con elevar a otras personas, lo que puede lograrse reforzando el modo en que los esfuerzos de tus subordinados directos se vinculan con los objetivos generales y la misión de la empresa.
Nadie está motivado y es productivo el 100% del tiempo, pero si te sientes aletargado y sin entusiasmo por tu trabajo la mayoría de las veces, tienes que encontrar una manera de salir de la depresión. Leer consejos inspiradores y profesionales es una cosa, pero actuar es otra. Hacer algo para aliviar el letargo es el verdadero antídoto para desatascarse y salir de la rutina laboral.