No hay nada como un abrazo reconfortante. A veces, nos abrazamos para expresar afecto a un familiar o amigo. Otras veces, un abrazo forma parte de un saludo o una despedida. Pero, ¿sabías que hay razones biológicas para abrazar, y datos científicos sobre los abrazos que apoyan su papel positivo en nuestras vidas? He aquí algunas formas en que los abrazos son útiles.

Alivian el estrés y el dolor

Abrazar a menudo crea una sensación de calma y relajación. Eso se debe a la oxitocina, que a veces se llama la «hormona del abrazo». La oxitocina se libera cuando las personas o los animales domésticos se acurrucan o establecen vínculos sociales. Esta liberación puede tener un efecto dominó en todo el cuerpo y se ha descubierto que:

  • Reduce la inflamación.
  • Mejora la cicatrización de las heridas.
  • Alivia los antojos de drogas, alcohol y dulces.
  • Reducir el ritmo cardíaco y el estrés.

Recibir un abrazo firme y tranquilizador antes o durante un acontecimiento estresante, como la espera para recibir los resultados de una prueba médica, puede ayudar a mantener la calma porque los niveles de oxitocina se mantienen elevados. Una investigación del Journal of Sleep Medicine & Disorders sugiere incluso que las mantas con peso pueden aliviar el estrés porque simulan que se les sostiene o abraza. La pesadez de la manta crea puntos de presión que alivian la ansiedad y te adormecen en un sueño reparador.

¿Tienes dolor? Olvídese de tomar pastillas o de ese masaje de 100 dólares. Del mismo modo que los abrazos reducen el estrés, también disminuyen el dolor. Incluso un abrazo de 20 segundos libera suficiente oxitocina para hacerte sentir mejor.

Fortalecen nuestro sistema inmunológico

Un abrazo al día puede, de hecho, mantener alejado al médico. En un estudio de 2014, investigadores de la Universidad Carnegie Mellon midieron el apoyo social en forma de abrazos en más de 400 adultos sanos. Durante dos semanas, se preguntó a los participantes sobre el número de veces que experimentaban conflictos interpersonales y el número de abrazos que recibían cada día.

Los investigadores luego expusieron a los participantes a un virus de resfriado común. Lo que descubrieron fue que el apoyo social percibido y los abrazos reducían el riesgo de infección. Cuanto más a menudo se abrazaban las personas, menos probabilidades tenían de enfermar -incluso aquellas que experimentaban conflictos con frecuencia.

Nos hacen más felices

Abrazar aumenta la serotonina, un neurotransmisor conocido como la hormona del «sentirse bien» que es producida y difundida por las neuronas del cerebro. La serotonina nos ayuda a sentirnos felices, tranquilos y confiados. Cuando la serotonina fluye libremente, nos sentimos bien con nosotros mismos, y lo contrario ocurre cuando esta hormona está ausente. Los niveles bajos pueden provocar trastornos del sueño y conducir a la obesidad.

Muchos antidepresivos se comercializan para aumentar la producción de serotonina. Sin embargo, hay una forma más saludable: los abrazos. Los abrazos provocan la liberación de serotonina en el cerebro para generar felicidad y aliviar la tristeza. Dicho esto, consulte siempre con su proveedor médico antes de ajustar su régimen de medicación prescrita, independientemente de estos datos sobre los abrazos.

Ayudan a profundizar nuestras relaciones

Instintivamente queremos abrazar a quienes sabemos que sufren. Cuando recibes un abrazo de alguien que te importa, puede reconfortarte, hacerte sentir seguro y, a veces, incluso dar un giro a todo tu día.

En muchos sentidos, los abrazos son una forma de meditación. Nos permiten estar presentes en el momento, dejarnos llevar y fluir con la energía del abrazo. Es fácil olvidar lo significativo que puede ser un abrazo, pero realmente puede profundizar la conexión con otra persona. Los abrazos transmiten, de forma no verbal, la comprensión del otro.

No subestimes el poder curativo de un abrazo. Al igual que hacemos ejercicio para mantenernos en forma y vigilamos lo que comemos para estar sanos, deberíamos hacer el esfuerzo de mantenernos conectados con las personas que nos importan.

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