Cualquier persona que haya tenido una mascota puede atestiguar que los perros y los gatos de vez en cuando tienen gases, dejando escapar pedos nocivos y luego mirando inocentemente como si dijera «¿Quién, yo?». Sin embargo, es posible que no haya considerado toda la amplitud de la vida animal que expulsa gases en el mundo, y no sólo los mamíferos. En un nuevo libro, el ecologista Nick Caruso y el zoólogo Dani Rabaiotti detallan los hábitos de emisión de pedos (o la falta de ellos) de 80 animales diferentes. Aquí hay siete datos extraños sobre los pedos de los animales que aprendimos de Does It Fart?.

1. PARA UN PEZ, LOS PEDOS SON UNA EMERGENCIA.

Ethan Kocak

La dieta del pez cachorro de Bolsón, un pez de agua dulce que se encuentra en el norte de México, puede provocar niveles peligrosos de gases. El pez cachorro se alimenta de algas, y puede ingerir inadvertidamente las burbujas de gas que las algas producen a temperaturas cálidas. El aire infla los intestinos del pez y distiende su vientre, alterando su equilibrio y dificultando su natación. Incluso si intenta enterrarse en los sedimentos del fondo de un estanque, como suelen hacer los peces cachorros de Bolsón, el aire hace que el pez suba a la superficie, donde corre el riesgo de ser comido por un pájaro. Si el pez no se tira pedos, es probable que muera, ya sea por la depredación o porque sus intestinos se rompan bajo la presión del gas atrapado.

2. LOS MANATEES UTILIZAN LOS PEDOS COMO TÉCNICA DE NATACIÓN.

El pez cachorro de Bolsón no es el único animal que necesita pedos saludables para maniobrar bajo el agua. La flotabilidad es vital para los manatíes nadadores, y dependen de los gases digestivos para mantenerse a flote. El manatí antillano tiene bolsas en sus intestinos donde puede almacenar gases pedorros. Cuando tienen mucho gas almacenado, son naturalmente más boyantes, flotando en la superficie del agua. Cuando expulsan ese gas, se hunden. Por desgracia, eso significa que la capacidad de un manatí para tirarse pedos es vital para su bienestar. Cuando un manatí está estreñido y no puede expulsar los gases adecuadamente, puede perder la capacidad de nadar correctamente y acabar flotando con la cola por encima de la cabeza.

3. LOS PEDOS DE LAS TERMITAS SON UNA FUENTE SIGNIFICATIVA DE EMISIONES GLOBALES.

Ethan Kocak

No son tan malas como los coches o las vacas, pero las termitas se tiran muchos pedos, y como son tan numerosas, eso se traduce en mucho metano. Cada termita sólo deja escapar medio microgramo de gas metano al día, pero cada colonia de termitas está formada por millones de individuos, y las termitas viven en todo el mundo. En total, estos insectos producen entre el 5 y el 19 por ciento de las emisiones mundiales de metano al año.

4. LAS FERRETAS SE SORPRENDEN DE SUS PROPIOS PEDOS.

Las ferrerías son auténticas máquinas de tirarse pedos. No sólo los sueltan mientras hacen caca -lo que hacen cada pocas horas en un día normal- sino que se ponen especialmente gaseosos cuando están estresados. Sin embargo, los olores penetrantes suelen ser una novedad para sus creadores. Según el libro, «los propietarios a menudo informan de una mirada confusa en la cara de su mascota en dirección a su trasero después de que expulsen gases de forma audible». Y usted no quiere que su hurón se asuste de verdad: Su respuesta de miedo implica gritar, hincharse y tirarse pedos y cacas simultáneamente.

5. LOS PEDOS DE UN ENCEREZADO PUEDEN SER MORTALES.

Ethan Kocak

Un insecto alado conocido como el encaje de cuentas lleva un arma poderosa dentro de su trasero, lo que Caruso y Rabaiotti llaman «uno de los muy pocos pedos genuinamente mortales conocidos por la ciencia.» Como estrategia de caza, las larvas de Lomamyia latipennis liberan un potente pedo que contiene la sustancia química alomona, paralizando y matando a sus presas termitas.

6. LOS PEDOS DE BALLENA HACEN MUCHO ESCAPE.

Ethan Kocak

Como corresponde a su tamaño, las ballenas producen algunos de los mayores pedos del planeta. El sistema digestivo de una ballena azul puede contener hasta una tonelada de comida en sus múltiples cámaras estomacales, y hay muchas bacterias en ese sistema esperando a descomponer esa comida. Esto, por supuesto, da lugar a los pedos. Aunque no se han grabado muchos pedos de ballena, los científicos han sido testigos de ellos, y dicen que son «increíblemente penetrantes», como dicen Rabaiotti y Caruso.

7. NO TODOS LOS ANIMALES SE PIERDEN.

Los octópodos no se tiran pedos, ni tampoco otras criaturas marinas como las almejas de concha blanda o las anémonas de mar. Las aves tampoco lo hacen. Mientras tanto, los perezosos pueden ser los únicos mamíferos que no se tiran pedos, según el libro (aunque el caso de los pedos de los murciélagos es bastante tenue). Tener la barriga llena de gas atrapado es peligroso para un perezoso. Si las cosas funcionan con normalidad, el metano producido por sus bacterias intestinales es absorbido por el torrente sanguíneo y finalmente exhalado.

La cochinilla también tiene una extraña forma de deshacerse de los gases, aunque técnicamente no es una flatulencia. En lugar de orinar, las cochinillas excretan amoníaco a través de su exoesqueleto, con ráfagas de estos «pedos» de cuerpo entero que duran hasta una hora cada vez.

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