Hace miles de años Buda dijo: «La vida contiene sufrimiento». El origen del sufrimiento puede ser profundo, como la pérdida de un ser querido o el descubrimiento de que se tiene una enfermedad grave. Sin embargo, la mayoría de las veces nuestro sufrimiento proviene de las molestias cotidianas de la vida. Te quedas atrapado en un atasco o en la larga cola del supermercado. Tiene una reparación inesperada del coche o el ladrido del perro del vecino no le deja dormir.

Estas son molestias relativamente menores, pero pueden desencadenar fácilmente la antigua respuesta de lucha o huida de su cuerpo, también conocida como la respuesta al estrés. Hormonas como el cortisol y la adrenalina recorren el cuerpo y hacen que el corazón bombee más rápido. El nivel de azúcar en la sangre aumenta, el sistema inmunitario se suprime, la respiración se acelera y el suministro de sangre a los órganos digestivos se reduce.

Su respuesta al estrés

Su sistema de respuesta de emergencia evolucionó para permitir a sus antepasados sobrevivir a amenazas físicas inmediatas, como el ataque de un animal salvaje. Preparó su cuerpo para luchar contra la amenaza o para huir lo más rápido posible.

Pero hoy en día, la mayor parte del estrés al que puede enfrentarse es psicológico, procedente de las exigencias de la vida moderna. Los desafíos diarios, como un largo viaje al trabajo, el cuidado de un padre anciano o el trabajo con un colega difícil, pueden desencadenar su respuesta al estrés, y debido a que estas condiciones son continuas, usted puede estar viviendo en un estado de estrés crónico, que puede tener un enorme costo en su salud y felicidad.

Por ejemplo, la hormona del estrés cortisol se ha relacionado con un aumento de la grasa alrededor de los órganos, conocida como grasa visceral. La acumulación de grasa visceral puede ser peligrosa porque estas células grasas segregan activamente hormonas que pueden alterar el funcionamiento del hígado, el páncreas y el cerebro, causando problemas como la resistencia a la insulina, la inflamación y el síndrome metabólico. La exposición crónica a otras hormonas del estrés también puede debilitar el sistema inmunitario e incluso cambiar la estructura de los cromosomas, favoreciendo la aparición temprana de enfermedades relacionadas con la edad.

Como están descubriendo ahora los investigadores, el estrés prolongado provoca un aumento de la inflamación y un riesgo mucho mayor de desarrollar muchos problemas de salud, entre ellos:

  • Presión arterial alta y enfermedades cardíacas
  • Enfermedades autoinmunes
  • Algunos tipos de cáncer
  • Migrañas
  • Depresión y ansiedad
  • Diabetes
  • Obesidad
  • Pérdida de memoria

Si esta información está aumentando tus niveles de estrés, anímese. Hay muchas maneras poderosas de manejar el estrés y experimentar un mayor bienestar, incluyendo el ejercicio, dormir lo suficiente, el apoyo social y la práctica de la meditación.

Cómo manejar su estrés

El primer paso es reconocer que, contrariamente a los conceptos erróneos comunes, el estrés no es una fuerza más allá de su control. No existe fuera de ti en el entorno o en situaciones externas; en cambio, el estrés es una respuesta interna a una amenaza percibida o a una necesidad insatisfecha. No es el pago atrasado, el lavavajillas roto o la pelea con nuestro cónyuge lo que causa el estrés: son nuestros pensamientos y la historia que nos contamos a nosotros mismos sobre un acontecimiento o circunstancia los que crean el malestar emocional, la aceleración del ritmo cardíaco, la respiración superficial, el aumento de la adrenalina y otros síntomas de la respuesta al estrés.

Me gusta utilizar la analogía del surf: Si eres un hábil surfista que ama el agua, verás cada ola como una aventura estimulante o, al menos, como una oportunidad para aprender algo nuevo. Por otro lado, si te da miedo estar en el océano y nunca has aprendido a surfear, verás cada ola como un terrorífico desastre potencial. A partir de este ejemplo, es fácil ver que el estrés no reside en el acontecimiento externo, sino en tu percepción del mismo.

Veamos algunas de las formas específicas en las que la meditación puede ayudarte a controlar el estrés y a cultivar una mayor salud y bienestar.

La meditación revierte los efectos de la respuesta al estrés

En la meditación, viajas de la actividad al silencio. Vas más allá de los pensamientos ruidosos de la mente y entras en un estado de alerta reposada. Estás en un estado de profundo descanso, pero tu mente está totalmente alerta y despierta. En este estado de alerta reparadora, el cuerpo experimenta muchos efectos curativos que son lo contrario de la respuesta de lucha o huida, incluyendo:

  • Disminución del ritmo cardíaco
  • Normalización de la presión arterial
  • Respiración más profunda
  • Reducción de la producción de las hormonas del estrés, incluyendo el cortisol y la adrenalina
  • Fortalecimiento de la inmunidad
  • Uso más eficiente del oxígeno por parte del cuerpo
  • Disminución de la inflamación en el cuerpo

No es necesario ser un meditador avanzado para beneficiarse de la meditación. Un estudio reciente realizado en el Centro Chopra descubrió que después de un retiro de meditación de seis días, los nuevos meditadores experimentaron reducciones significativas en el estrés y los síntomas depresivos que duraron 10 meses después del retiro.

Cuando meditas de forma regular, le estás dando a tu cuerpo todos los beneficios del descanso profundo, que ayudan gradualmente a liberar los efectos acumulados del estrés crónico y a restaurar tu cuerpo a su estado natural de equilibrio y salud.

La meditación aumenta los neurotransmisores de bienestar del cuerpo

El estado de descanso profundo producido por la meditación hace que el cerebro libere neurotransmisores que aumentan la sensación de bienestar, concentración y calma interior. Estos son algunos de los principales neurotransmisores que se liberan durante la meditación y los beneficios que aportan:

  • La dopamina desempeña un papel fundamental en la capacidad del cerebro para experimentar placer, sentirse recompensado y mantener la concentración. La dopamina también regula el estado de ánimo y el sueño.
  • La serotonina tiene un efecto calmante. Alivia la tensión y le ayuda a sentirse menos estresado y más relajado y concentrado. Los niveles bajos de este neurotransmisor se han relacionado con las migrañas, la ansiedad, el trastorno bipolar, la apatía, la sensación de inutilidad, la fatiga y el insomnio.
  • El GABA (ácido gamma aminobutírico) envía mensajes químicos a través del cerebro y el sistema nervioso. Una de sus muchas funciones es inhibir la actividad de las células nerviosas, ayudando a controlar el miedo y la ansiedad cuando las neuronas se sobreactivan. Cuando el cuerpo tiene una deficiencia de GABA, los síntomas incluyen nerviosismo, pensamientos acelerados e insomnio.
  • Las endorfinas son más conocidas como las sustancias químicas que crean el regocijo conocido como «el subidón del corredor». Estos neurotransmisores desempeñan muchas funciones relacionadas con el bienestar, incluyendo la disminución de la sensación de dolor y la reducción de los efectos secundarios del estrés.

La meditación coreografía la liberación simultánea de estos neurotransmisores, algo que ningún fármaco puede hacer, y todo ello sin efectos secundarios.

La meditación promueve la relajación y el sueño reparador

Muchos de nosotros vivimos en un estado de privación crónica del sueño, lo que aumenta nuestros niveles de estrés e irritabilidad. Los estudios científicos han encontrado que la meditación es una terapia eficaz para el insomnio y puede ayudarle a obtener el sueño reparador que es vital para la salud física y emocional.

Cuando usted medita, su cerebro produce más ondas cerebrales que promueven la relajación profunda, incluyendo las ondas cerebrales alfa y theta, que están asociadas con la relajación profunda. Después de una práctica de meditación, usted lleva esta sensación de mayor calma con usted en sus actividades, lo que le permite permanecer más centrado frente a los inevitables trastornos de la vida. Entonces, cuando llega la hora de acostarse, en lugar de rumiar lo que ha sucedido durante el día, es más probable que se duerma, y que permanezca dormido.

La meditación mejora la concentración y la atención

Muchas personas se sienten estresadas porque intentan hacer más de una cosa a la vez. Como han descubierto los neurocientíficos, el cerebro consciente no puede realizar varias tareas a la vez. Si estoy hablando contigo y revisando mis correos electrónicos al mismo tiempo, no estoy haciendo ninguna de las dos cosas. La meditación te ayuda a entrenar tu cerebro para que se mantenga centrado en la tarea que tienes entre manos, en lugar de dejar que nuestra atención se vea arrastrada por cada pensamiento y distracción pasajera. Esta atención unívoca nos hace más eficaces y menos estresados.

Por ejemplo, un estudio sobre la meditación y la concentración dirigido por el Dr. David Levy en la Universidad de Washington descubrió que un grupo de directores de recursos humanos que recibieron formación en meditación fueron capaces de mantenerse concentrados durante períodos más largos, sin cambiar de una tarea a otra. Los investigadores también descubrieron que la meditación mejoraba la memoria de los participantes en el estudio a la vez que reducía su estrés.

En otro estudio aleatorio y controlado, un grupo de estudiantes universitarios que practicó la atención plena y la meditación durante sólo dos semanas experimentó una mejora significativa en su capacidad para concentrarse en una tarea sin distraerse. Además, los participantes en el estudio mejoraron su capacidad de memoria de trabajo.

La meditación libera las turbulencias emocionales

A través de la práctica de la meditación, desarrollas lo que se conoce como «conciencia de testigo», que te permite observar tus pensamientos y sentimientos e historias con mayor objetividad y distancia, en lugar de dejarte arrastrar por el melodrama de la reactividad emocional. Cuando empiezas a ser testigo de tu actividad mental, sin intentar resistirla o cambiarla, se produce una calma espontánea de la conmoción interior. Con el tiempo, empezarás a notar que se ha creado un espacio alrededor de los estados emocionales difíciles. Empezarás a ver que hay algo más en lo que eres que tus estados de ánimo o pensamientos, y puede que también observes que las sensaciones asociadas al estado negativo se disuelven por completo.

¡Es una realización maravillosa saber que no tienes que reprimir lo que sientes para sentir paz interior! De hecho, reprimir las emociones nunca conduce al bienestar emocional, sino que sólo contribuye a la acumulación de toxicidad emocional en el cuerpo. Al no reprimir o fijarse en las emociones, éstas pueden atravesar y salir del cuerpo. Una práctica regular de meditación permite pasar cada vez más tiempo en el silencio y la paz de la conciencia pura. A medida que esta sensación de amplitud se expande en su vida diaria, resulta fácil dejar de lado los viejos patrones de pensamiento y sentimiento que crean estrés.

La meditación puede cambiar los patrones de estrés de su cerebro

La meditación es una poderosa herramienta para despertar nuevas conexiones neuronales e incluso transformar regiones del cerebro. Como han descubierto los investigadores, la meditación puede incluso cambiar la estructura del cerebro de forma que disminuya los patrones habituales de estrés y promueva la calma.

Por ejemplo, una investigación llevada a cabo por la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts descubrió que, tras sólo ocho semanas de meditación, los participantes experimentaron un crecimiento beneficioso en las áreas cerebrales asociadas a la memoria, el aprendizaje, la empatía, la autoconciencia y la regulación del estrés (la ínsula, el hipocampo y el córtex prefrontal). Además, los meditadores informaron de una disminución de los sentimientos de ansiedad y una mayor sensación de calma.

La meditación te conecta con tu verdadero yo

Desde una perspectiva espiritual, el propósito último de la meditación es despertar a tu verdadero yo. Aunque es natural que te identifiques con tu cuerpo, tu mente, tus pensamientos, tus emociones, tu personalidad, tus posesiones, tus logros, tus relaciones y tus preferencias, estos atributos limitados por el tiempo no son lo que realmente eres. Tu verdadero yo es la conciencia pura e ilimitada, que trasciende el espacio y el tiempo. La conciencia pura también se conoce como el campo de todas las posibilidades. Los atributos de este campo incluyen la felicidad, el amor, la intemporalidad, la compasión, la creatividad, la sabiduría, la paz, el silencio y la gracia. Tú ya eres amor puro, paz pura y conciencia pura. Simplemente has olvidado quién eres.

Cuando pasas tiempo en el silencio interior de la meditación, empiezas a tener una experiencia espontánea de los atributos de tu verdadero ser. En lugar de quedarte atrapado en la conciencia constreñida, que limita tus posibilidades, experimentas la conciencia expandida o pura, que es el campo de todas las posibilidades. Este despertar a tu verdadero yo suele ser gradual. Poco a poco, te liberas del estrés y de los patrones de pensamiento limitantes que oscurecen tu conciencia de tu naturaleza esencial, que siempre está ahí, brillando con fuerza.

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