A menudo juzgamos a las personas sin darnos cuenta. Hay gente que se da cuenta y le encanta. Mi amiga dice que disfruta juzgando a otras personas porque le ayuda a subir su autoestima y a sentirse mejor consigo misma.

Sé que mi amiga no es la única a la que le encanta juzgar a alguien cada día. Independientemente del motivo, no tenemos derecho a juzgar a nadie.

La mayoría de la gente no se da cuenta de sus propios errores, sino que se esfuerza por encontrar y señalar los errores de los demás. Echa un vistazo a algunas de las razones más importantes por las que deberías dejar el hábito de juzgar a otras personas.

Información incompleta

Antes de juzgar a alguien, asegúrate de que conoces todos los datos sobre esa persona. Puede que no conozcas toda la historia, que no conozcas sus problemas y preocupaciones.

Es muy importante aguantar hasta conocer todos los hechos. En lugar de juzgar, intenta ayudarles o dejarles tranquilos. Es una de las razones más obvias por las que no debemos juzgar a los demás.

Todos somos diferentes

Si no te gusta hacer algo, no significa que los demás no deban hacerlo también. Por ejemplo, si no te gustan los tatuajes, no deberías decirle a otra persona que sus tatuajes son horribles.

Si alguien no puede obtener un diploma, no significa que no quiera estudiar, simplemente no puede pagar su educación. Todos somos diferentes y tenemos diferentes problemas en la vida. En lugar de juzgar a alguien hoy, intenta mejorar tu propia vida.

Nadie es perfecto

Los perfeccionistas tienden a juzgar a todas las personas que conocen en su vida. No admiten sus propios errores pero les encanta señalar los defectos de los demás. Es crucial entender que nadie es perfecto y que todos cometemos errores de vez en cuando.

Antes de criticar las acciones de alguien, asegúrate de que esas acciones son realmente malas. Tal vez tengan algunas razones para hacer lo que quieren hacer.

Más: 8 peores hábitos de la gente infeliz y cómo acabar con ellos

Haz a los demás lo que quieras que te hagan

Antes de juzgar a alguien, ponte en su lugar. A menudo juzgamos injustamente a los demás, pero odiamos que nos juzguen a nosotros. ¿Recuerdas la famosa frase: «Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti»? Hay verdadera sabiduría en ella.

Tus palabras y acciones pueden arruinar cualquier relación en cuestión de unos minutos, pero nunca te ganarás de nuevo la confianza de alguien y construirás una relación sólida en cuestión de unos minutos. Piensa en ello antes de juzgar a los demás.

Tolerancia

La tolerancia es esencial en un mundo moderno. Hoy en día la gente hace tantas locuras que es difícil guardar silencio cuando es necesario. Cultiva la tolerancia a diario y te ayudará a entender mejor a la gente y a juzgar menos.

Si no puedes entender a alguien, no te centres en él. Céntrate en tus propios problemas en su lugar.

Las apariencias suelen ser engañosas

No juzgues a la gente por su apariencia y nunca te burles de los demás. Tal vez no puedan comprarse ropa cara y llevar un estilo de vida lujoso, pero puede que hagan muchas buenas acciones en las que otras personas ni siquiera piensan. Como he dicho antes, todos somos diferentes.

Algunas personas no pueden permitirse comprar alimentos esenciales, mientras que otras gastan una fortuna en cosas que no necesitan. Los ricos tienden a juzgar a los pobres, pero no conocen toda la historia y no saben cómo los pobres ayudan a los demás sin esperar nada a cambio.

Respeto

Si quieres crecer como persona y ser más sabio, debes aprender a respetar a los demás, incluidos tus enemigos. En algunos países, la gente no puede echar a sus enemigos de casa porque los respetan. Juzgamos a nuestros enemigos y tratamos de hacerles la vida imposible, pero a menudo acabamos arruinando nuestras propias vidas.

Más: 7 maneras efectivas de convertirse en un líder exitoso

Tú te defines

Cuando juzgas a otras personas, no las defines, en realidad te defines a ti mismo. ¿Quieres que la gente piense en ti como alguien que juzga a todo el mundo? Pregúntale a tu familia o a tus amigos qué piensan de ti, y si te dicen que a menudo juzgas a otras personas, entonces es hora de dejar de juzgar.

Hay muchas razones por las que no deberíamos juzgar a otras personas. Muchos de nosotros somos culpables de ello, pero una vez que te des cuenta de que juzgar a los demás es uno de tus malos hábitos, sabrás qué hacer.

¿Crees que la gente tiene derecho a juzgar a los demás? Por qué lo hacen? Comparte tu opinión con nosotros.1

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.