¿Qué son los gastos generales aplicados?
Los gastos generales aplicados son la cantidad de gastos generales que se han aplicado a un objeto de coste. La aplicación de los gastos generales es necesaria para cumplir ciertos requisitos contables, pero no es necesaria para la mayoría de las actividades de toma de decisiones. Los gastos generales aplicados incluyen cualquier coste que no pueda asignarse directamente a un objeto de coste, como el alquiler, la remuneración del personal administrativo y los seguros. Un objeto de coste es un elemento para el que se compila un coste, como un producto, una línea de productos, un canal de distribución, una filial, un proceso, una región geográfica o un cliente.
Los gastos generales suelen aplicarse a los objetos de coste basándose en una metodología estándar que se emplea de forma coherente de un periodo a otro. Por ejemplo:
-
Aplicar los gastos generales de la fábrica a los productos basándose en su uso del tiempo de procesamiento de la máquina
-
Aplicar los gastos generales de la empresa a las filiales basándose en los niveles de ingresos, beneficios o activos de las filiales
La cantidad de gastos generales aplicada suele basarse en una tasa de aplicación estándar que sólo se modifica a intervalos bastante largos. En consecuencia, el importe de los gastos generales aplicados puede diferir del importe real de los gastos generales incurridos por una empresa en cualquier período contable individual. Se supone que la desviación entre las dos cifras se promedia a cero a lo largo de varios períodos; si no es así, la tasa de aplicación de los gastos generales se modifica para que se ajuste más a los gastos generales reales.
Una vez asignados a un objeto de coste, los gastos generales asignados se consideran parte del coste total de ese objeto de coste. El registro del coste total de un objeto de coste se considera adecuado en los principales marcos contables, como los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados y las Normas Internacionales de Información Financiera. Según estos marcos, los gastos generales aplicados se incluyen en los estados financieros de una empresa.
Los gastos generales aplicados no se consideran apropiados en muchas situaciones de toma de decisiones. Por ejemplo, el importe de los gastos generales de la empresa aplicados a una filial reduce sus beneficios, aunque las actividades del personal de la sede central no ayuden a la filial a obtener un mayor beneficio. Del mismo modo, la aplicación de los gastos generales de fábrica a un producto puede ocultar su coste real a efectos de establecer un precio a corto plazo para un pedido específico de un cliente. En consecuencia, los gastos generales aplicados pueden ser eliminados de un objeto de coste a efectos de algunos tipos de toma de decisiones.
Ejemplo de gastos generales aplicados
Por ejemplo, una empresa aplica los gastos generales a sus productos basándose en la tasa estándar de aplicación de gastos generales de 25 dólares por hora de máquina utilizada. Como la cantidad total de horas de máquina utilizadas en el período contable fue de 5.000 horas, la empresa aplicó 125.000 dólares de gastos generales a las unidades producidas en ese período.
Como otro ejemplo, un conglomerado tiene 10.000.000 de dólares de gastos generales corporativos. Una de sus filiales genera el 35% de los ingresos totales de la empresa, por lo que 3.500.000 dólares de los gastos generales de la empresa se cargan a esa filial.
Cursos relacionados
Contabilidad de inventarios
Costeo por actividades
Fundamentos de contabilidad de costos