Acer palmatum

Arce japonés

Acer Palmatum es originario de China, Corea y Japón, y se ha convertido en uno de los árboles caducifolios más populares en los jardines de clima templado de todo el mundo. Su delicado follaje y su elegante forma han sido apreciados durante siglos, deleitando a los jardineros más allá de las fronteras de su distribución natural. Los híbridos de semillas, los deportes o las mutaciones y las selecciones naturales han dado lugar a cientos de cultivares con diferentes nombres que se han seleccionado y propagado vegetativamente mediante injertos.

Cada uno de ellos tiene una o más características distintivas que justifican la valía de la planta Acer Palmatum en el jardín. Algunas de las selecciones se hacen por el tamaño, la forma y el color de las hojas, que también pueden incluir la intensidad de la coloración otoñal. Otras se distinguen por el hábito de crecimiento: ramas enanas y compactas, altas y erguidas, arqueadas o en cascada son algunos puntos clave de diferenciación. Incluso el color o la textura de la corteza es un atributo que distingue a un arce de otro.

También conocidos como arces japoneses, estas plantas son en su mayoría árboles pequeños o arbustos grandes, aunque los árboles maduros pueden alcanzar proporciones razonables (5 – 8 m de altura, y casi la misma anchura). Son de hoja caduca, con muchas ramas y hojas palmeadas (con dedos) de tamaño pequeño a mediano. Entre los numerosos híbridos y variedades que se cultivan hay muchas variaciones de hojas y colores.

Se desarrolla mejor en climas fríos, aunque algunos se encuentran creciendo en zonas ligeramente más cálidas con altas precipitaciones. El Acer Palmatum es un precioso árbol pequeño para los jardines suburbanos, ya sea cultivado como ejemplar aislado o en agrupaciones audaces. Es muy adecuado para plantarlo con una amplia gama de plantas perennes y arbustos más pequeños. En otoño las hojas adquieren tonos brillantes de amarillo, dorado, naranja y rojo, dependiendo del tipo y de las condiciones climáticas.

Desde hace mucho tiempo, los japoneses se sienten intrigados y entusiasmados por las plantas con hojas abigarradas y este fenómeno es ciertamente evidente en muchos cultivares de arce japonés. Algunos tienen las hojas más intrincadamente abigarradas que se hayan visto en el reino vegetal. Algunas tienen hojas verdes, mientras que otras son de color rojo intenso o burdeos. La mayoría de los arces caducifolios tienen un llamativo follaje otoñal en tonos amarillos, dorados, naranjas, rojos y marrones.

Incluso las ramas desnudas en invierno tienen un aspecto único. Los delicados brotes de nuevo crecimiento estallan a principios de la primavera anunciando la llegada del follaje de la nueva temporada. Esto coincide con la aparición de diminutas y casi insignificantes flores, de color púrpura o rojo, en corimbos colgantes. Éstas se convierten en semillas rojas aladas que se vuelven marrones en otoño y se desprenden con las hojas.

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