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El ascenso del Dr. Sebastian Gorka no podría haber sido más inusual, o más una verdadera «Historia Americana». Para saber cómo empezó, hay que remontarse a los años 50, a la Hungría controlada por los comunistas.

Esperando la libertad después de la total devastación de la Segunda Guerra, la orgullosa nación de Hungría fue en cambio tomada por una dictadura estalinista subordinada a Moscú. Un joven, que había sufrido bajo los nazis, decidió resistir y así Paul Gorka creó una organización estudiantil cristiana secreta para subvertir el dominio comunista de su patria. Paul fue finalmente traicionado por el agente doble británico Kim Philby, arrestado por la policía secreta, torturado y luego condenado a cadena perpetua por luchar por la democracia y la libertad.

Tras dos años de aislamiento, dos años en una mina de carbón de la prisión y dos años en la prisión política central de Budapest, Paul fue finalmente liberado por los valientes luchadores por la libertad de la Revolución Húngara de 1956. Con la hija de 17 años de un compañero de prisión política, Paul escapó a través de los campos de minas a lo largo de la frontera de Hungría Occidental hacia una vida de libertad en el Reino Unido, donde Paul y Susan se casarían y nacería su hijo, Sebastian.

Con padres que habían vivido de niños bajo el fascismo y luego escaparon de la Hungría comunista, Sebastian fue criado para amar la libertad. Y su amor por la radio se desarrolló muy pronto. De niño escuchaba hasta altas horas de la noche los programas de la London Broadcasting Company con una pequeña radio de transistores bajo la almohada. Con este especial bagaje familiar, y creciendo bajo la influencia de la guerrera conservadora Margaret Thatcher, Sebastian aprendió a luchar contra las ideologías totalitarias, ya sea el fascismo, el comunismo o el yihadismo global.

Terminaría sirviendo en la reserva del ejército británico en una unidad de Inteligencia Militar, y luego, tras la caída del Muro de Berlín, en la primera administración conservadora libremente elegida en Hungría. Tras los atentados del 11-S se convirtió en profesor de un programa antiterrorista financiado por el Pentágono y dirigido desde Alemania.

En 2008 se trasladó a Estados Unidos con su familia, donde siguió trabajando para el Departamento de Defensa y se convirtió en un orgulloso ciudadano estadounidense en 2012. Se doctoró en Ciencias Políticas por la Universidad Corvinus de Budapest y fue becario de la Kennedy School of Government de Harvard. En Washington, ocupó el cargo de Decano Asociado de Asuntos del Congreso y Relaciones con la Comunidad de Operaciones Especiales en la Universidad de Defensa Nacional y también ha impartido clases en el programa de máster de la Universidad de Georgetown.

En 2020, el presidente Donald Trump nombró a Gorka miembro de la Junta de Educación de Seguridad Nacional. Esta junta proporciona consultas estratégicas y fue establecida por una ley del Congreso en 1991.

El Dr. Gorka ha informado a la CIA, a la DIA, a los US Navy Seals, al Comandante del Cuerpo de Marines, ha servido como experto para el DoJ durante el juicio por el atentado de Boston y ha testificado ante el Congreso sobre la amenaza del yihadismo global. Sigue siendo instructor invitado en el Centro y Escuela de Guerra Especial John F. Kennedy, en Fort Bragg, el hogar de los Boinas Verdes.

Gorka escribe para The Hill y ha escrito dos libros para Regnery Publishing. Su primer libro, Defeating Jihad, fue un best-seller nacional y el último, publicado en octubre, se titula Why We Fight…Defeating America’s Enemies with No Apologies. Antes de lanzar su programa SALEM, «AMERICA FIRST with Sebastian Gorka», fue asesor del candidato Donald J. Trump y formó parte del personal de la Casa Blanca en 2017 como Asistente Adjunto del Presidente para Estrategia.