Exceso de andrógenos en las mujeres
Las mujeres producen aproximadamente una doceava parte de andrógenos que los hombres. Los andrógenos son precursores esenciales de los estrógenos, y no se pueden producir estrógenos sin ellos. No está tan claro si los andrógenos tienen acciones fisiológicas en las mujeres. Algunas pruebas sugieren que los andrógenos contribuyen al crecimiento óseo y a la libido. El exceso leve de andrógenos en las mujeres da lugar a un crecimiento excesivo de vello (hirsutismo) que se produce en todo el cuerpo, pero que se observa con mayor frecuencia en la cara. Con el aumento del exceso de andrógenos, los períodos menstruales se vuelven irregulares (oligomenorrea) y finalmente cesan (amenorrea), y las mujeres se virilizan. Las manifestaciones del virilismo incluyen la calvicie frontal, el engrosamiento de la voz, el acné, el agrandamiento del clítoris y el aumento de la masa muscular.
En las mujeres, aproximadamente la mitad de la producción diaria de andrógenos procede de los ovarios en forma de testosterona y de la menos activa androstenediona. El resto procede de las glándulas suprarrenales, principalmente en forma de DHEA y sulfato de DHEA, que se convierten en androstenediona y testosterona en otros tejidos. Los tejidos capaces de estas conversiones incluyen la piel, la grasa, el músculo y el cerebro. Algunos de estos tejidos también son capaces de convertir la androstenediona en la más potente testosterona. Parte de la testosterona producida de este modo vuelve a la circulación para actuar en lugares distantes, pero pueden acumularse altas concentraciones en zonas locales clave como los folículos pilosos.
En las mujeres puede producirse un exceso de producción de andrógenos como consecuencia de trastornos suprarrenales, trastornos ováricos, ingestión o inyección de andrógenos, y quizás trastornos de la grasa u otros tejidos no endocrinos. Las causas suprarrenales del exceso de producción de andrógenos son el síndrome de Cushing, la hiperplasia suprarrenal congénita y los tumores suprarrenales. Los tumores (incluidos los cánceres) de las células intersticiales y otras células del ovario son una causa poco frecuente de exceso de andrógenos en las mujeres.
Una causa mucho más común de exceso de producción de andrógenos en las mujeres es el síndrome de ovario poliquístico (SOP; también llamado síndrome de Stein-Leventhal). Este síndrome se caracteriza por un exceso de andrógenos y la presencia de un trastorno menstrual. El exceso de andrógenos suele manifestarse como hirsutismo, con o sin aumento de las concentraciones séricas de uno o más andrógenos. Algunas mujeres presentan un aumento de las concentraciones séricas de andrógenos y no presentan hirsutismo. Se han asociado diversos trastornos menstruales con el SOP, como oligomenorrea, amenorrea, anovulación e infertilidad. Una ecografía puede revelar múltiples quistes ováricos. Muchas mujeres con este síndrome son obesas. Otro rasgo característico del SOP es la resistencia de los tejidos a la acción de la insulina. Esto es de esperar en las mujeres obesas, pero también está presente en las mujeres no obesas con el síndrome. La resistencia a la insulina conduce a un aumento de la secreción de insulina (hiperinsulinemia), que se cree que estimula la producción de andrógenos en los ovarios. La hiperinsulinemia también disminuye la producción de globulina fijadora de hormonas sexuales, de modo que una mayor cantidad de testosterona en el suero queda libre y accesible a los tejidos. Además, aumenta la conversión de andrógenos en estrógenos en el tejido adiposo (especialmente en las mujeres obesas), lo que conduce a un pequeño aumento sostenido de la secreción de la hormona luteinizante y a la supresión de la ovulación.