Aunque las lentes esclerales se consideran a veces una nueva innovación en el mundo de la optometría, son la variedad de lentes de contacto más antigua del mundo. Las primeras lentes de contacto esclerales surgieron en la década de 1880, fabricadas con vidrio soplado. Las lentes actuales se fabrican con materiales rígidos permeables al gas que ofrecen comodidad y calidad óptica y ayudan a resolver problemas de visión difíciles de tratar con otras lentes.

Las lentes de cristal del siglo XIX cayeron en desuso debido a la preocupación por la salud de la córnea, pero las lentes actuales no causan esos problemas. Tienen un diámetro más amplio que las lentes de contacto estándar, con bordes que se asientan suavemente sobre la parte blanca del ojo (o esclerótica). La lente es rígida y permeable al gas, con una forma que le permite «saltar» sobre la superficie de la córnea, dejando una cámara de líquido entre la lente y la superficie del ojo. Este diseño significa que la lente no tiene que asentarse directamente sobre la córnea, lo que hace que estas lentes sean una opción atractiva para muchos pacientes.

Si se pregunta si las lentes esclerales son adecuadas para usted, o si merece la pena el coste de la inversión, lo mejor es que consulte a su profesional de la visión. Ningún tipo de lente de contacto es adecuado para todo el mundo, y sus necesidades o problemas de visión específicos pueden convertirle en un candidato perfecto para las lentes esclerales.

Hay varias afecciones visuales específicas que las lentes esclerales pueden tratar con eficacia. Entre ellas se encuentran el síndrome del ojo seco, las lesiones químicas o por quemaduras en la superficie ocular, el queratocono y el síndrome de Sjogren. Consulte nuestra página sobre lentes esclerales para ver una lista no exhaustiva de las afecciones que tratamos con lentes esclerales. Si padeces alguna de estas afecciones y aún no has probado las lentes esclerales, ahora puede ser el momento perfecto para consultar con tu optometrista.

Las lentes esclerales también pueden ser eficaces para solucionar algunos de los problemas habituales de las lentes de contacto estándar. Un ejemplo es la incomodidad. Algunos pacientes experimentan una gran irritación cuando llevan lentes de contacto y no les gusta la sensación de que la lente se asiente sobre la córnea. Al evitar el contacto directo entre la lente y la córnea y al estar hechas a medida para adaptarse a la forma única del ojo, las lentes esclerales proporcionan una experiencia de uso más cómoda.

Otro ejemplo es la forma de la córnea. Algunos pacientes tienen córneas de forma irregular, lo que puede afectar a su visión pero también dificulta la adaptación de las lentes de contacto estándar. Al eliminar la necesidad de que la lente se apoye en la superficie de la córnea, las lentes esclerales permiten corregir la visión sin los mismos problemas de adaptación de la lente.

En el Miami Contact Lens Institute, entendemos y creemos en los beneficios de las lentes esclerales. A lo largo de los años, hemos descubierto que el diseño único de las lentes esclerales las convierte en una opción prometedora para los pacientes que han probado y no han obtenido resultados con otros tipos de lentes.

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