Jugador de baloncesto estadounidense
Si el primer apodo de Earvin Johnson se hubiera mantenido, hoy sería conocido como «June Bug» en lugar de «Magic». El apodo de Earvin Johnson, que hacía referencia a su propensión infantil a saltar de una cancha de baloncesto a otra en busca de juego, ganó preferencia cuando, como jugador de secundaria, sus habilidades superiores empezaron a ganarle elogios. Magic continuó deslumbrando durante sus días en la Universidad Estatal de Michigan y en los doce años que pasó en los campeones Lakers de Los Ángeles de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA). Con su simpatía y su contagiosa sonrisa, brilló tanto fuera como dentro de la cancha, convirtiéndose en una de las figuras deportivas más conocidas y queridas del mundo. Personal y profesionalmente, parecía imparable. Sin embargo, en 1991 se puso a prueba esta creencia. En una conferencia de prensa celebrada el 7 de noviembre de 1991, Johnson anunció que había contraído el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que provoca el incurable y mortal síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o SIDA. Fiel a su estilo, Johnson ha afrontado este obstáculo de frente y con optimismo. Aunque se retiró de la NBA tras su anuncio (regresó para una breve temporada en 1996), ha concentrado el mismo ímpetu inquebrantable y la misma energía boyante que mostraba en la cancha en numerosas empresas destinadas a revitalizar zonas mayoritariamente afroamericanas de las ciudades del país. Además, se ha convertido en un portavoz no oficial de la concienciación sobre el VIH y el SIDA, promoviendo medidas de prevención de la enfermedad y denunciando la estigmatización de los afectados. Doce años después de su anuncio, Johnson sigue sin mostrar signos de sida y se mantiene tan enérgico y centrado como siempre.