Las cutículas dañadas son bastante molestas y dolorosas, interfiriendo en la realización de las tareas habituales, pero aunque no lo creas la causa más común de induraciones y daños en la cutícula es morderse las uñas y las cutículas. Ya sea un hábito nervioso o simplemente una costumbre, lo que hay que hacer es intentar perder este hábito lo antes posible. Las cutículas dañadas también pueden ser el resultado del uso de productos de limpieza fuertes que dañan directamente las cutículas.

Las cutículas dañadas aumentan las oportunidades para el desarrollo de infecciones alrededor de las uñas, y por eso es muy importante cuidar las cutículas y prevenir cualquier posible daño.

La buena noticia es que las cutículas dañadas se curan relativamente rápido por sí mismas, pero sólo si se lo permites y no creas ningún nuevo daño. Hay muchos tratamientos, desde médicos hasta cosméticos, dependiendo de la gravedad del daño. Pero si prestas un poco más de atención a las cutículas, puedes mantenerlas limpias y suaves.

Cómo tratar las cutículas dañadas

El tratamiento de la cutícula dañada depende del nivel de daño. Si el daño ha sido causado por un mordisco, es probable que las cutículas sólo tengan heridas leves. Todo lo que necesitas en ese caso es desinfectar la zona dañada con alcohol y poner el parche sobre la zona dañada. Si dejas de morderte o de tocarte las cutículas hinchadas, pronto se curarán.

Existe la posibilidad de que si te arrancas las cutículas dañadas, puedas crear una infección. Entonces puede necesitar ayuda médica, ya que toda infección por hongos requiere una medicación especial.

Otra de las causas de la formación de cutículas doloridas es la piel deshidratada alrededor de las uñas. Cuando la piel está deshidratada, las cutículas pierden la grasa natural que las mantiene suaves y blandas. Esto ocurre especialmente en condiciones climáticas extremas, cuando la temperatura es demasiado alta o el frío es extremo. Este problema puede tratarse con cremas o aceites hidratantes. Cada noche, antes de acostarse, lubrica las cutículas con aceite de oliva u otro aceite.

La prevención de la cutícula suele significar que tienes que deshacerte de algunos malos hábitos.

Si sigues mordiéndote las uñas y las cutículas, no hay ningún tratamiento que pueda ayudarte a largo plazo. Sin embargo, mientras te muerdas las uñas y las cutículas por defecto, inconscientemente, lo más probable es que el proceso de dejar de hacerlo sea más fácil de decir que de hacer. En ese caso, puedes probar a ponerte guantes de algodón o a aplicarte un líquido que tenga un sabor bastante desagradable. El más famoso es el extracto de pomelo, el líquido inodoro que tiene antiinflamatorio, un sabor amargo, por lo que le distraerá de morder.

La vitamina E también se puede utilizar para el tratamiento de las cutículas secas. Perfore la cápsula de vitamina E y frote las cutículas con ese aceite.

Además, es bien sabido que la alimentación afecta directamente a la salud de las uñas y las cutículas. Para prevenir la aparición de cutículas irregulares, es imprescindible una alimentación sana, especialmente los alimentos ricos en vitaminas A, B, C, D y E. Además, el zinc y el calcio también son vitales para mantener la salud de las cutículas. Evita el alcohol, el azúcar y las grasas saturadas.

>>>Cómo curar un dolor de garganta

Cómo ablandar las cutículas con remedios caseros

Mojando las manos en agua tibia y raspando las cutículas de piel dura asegurándote de no lesionar más la piel.

Toma una cucharadita de aceite de oliva caliente y masajea las cutículas.

Mezcla una cucharada de miel, dos cucharadas de zumo de limón y medio vaso de agua caliente. Sumergir las uñas en el líquido y mantenerlo durante unos minutos. Secar al aire, y luego aclarar con agua. Después, vuelve a frotar las cutículas con aceite de oliva y deja que se impregne en la piel.

No tengas miedo de buscar otros remedios siempre que no sean invasivos y siempre que no te aconsejen utilizar productos agresivos que puedan dañar tu piel o abrir heridas.

Los salones de belleza seguro que tienen mucho que decir pero no tengas miedo de preguntar a un médico si el dolor continúa y si tu piel se pone de color rojo oscuro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.