El término «oro auténtico» en su uso popular no implica necesariamente que una pieza de joyería esté hecha de oro puro. Por lo general, el oro utilizado en las joyas se mezcla con otros metales para que la aleación resultante sea más dura y menos propensa a doblarse.

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Las verdaderas joyas de oro están hechas de una aleación de oro macizo, cuyo contenido de oro supera un determinado umbral. En Estados Unidos, por ejemplo, las piezas que contienen menos del 58,3% de oro (10 quilates) no se consideran oro a efectos comerciales.

Lo que la gente suele denominar oro falso son las joyas fabricadas con otro metal (como níquel, cobre, plata, etc.) y cubiertas con una capa de oro (chapado en oro) o con una fina lámina de oro (relleno de oro).

Cómo saber si el oro es auténtico

A continuación se detallan algunas de las formas más fiables de comprobar la presencia de oro en las joyas:

Prueba del ácido

Probar el oro con ácido nítrico es una forma bastante fiable de saber la pureza de una aleación de oro.

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La pieza que se está probando se raya contra una losa de prueba para dejar una marca de arañazo en ella.

Después, se aplica ácido nítrico de diferentes concentraciones a la marca para ver si se disuelve.

En función de la concentración del ácido que provoca la disolución de la marca, se puede inferir la pureza de la aleación.

Esta prueba se puede realizar en la joyería por un joyero o en casa, utilizando un kit de prueba de oro y siguiendo las instrucciones que vienen con él.

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Tienes que tener en cuenta que el arañazo debe ser lo suficientemente profundo como para que puedas llegar al material más allá de la capa superior de la joya.

De lo contrario, si la pieza está chapada en oro o tiene un relleno de oro, un ligero rasguño podría sólo frotar la capa superior de oro, y la prueba mostrará que lo que tiene es realmente oro.

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Marcas de oro

Las marcas de quilates en las joyas indican su pureza. Por ejemplo, una marca «10K» significa que la joya tiene 10 quilates, lo que significa que en cada 24 partes de aleación hay 10 partes de oro.

La joyería europea suele estar marcada con marcas de partes por mil en lugar de marcas de quilates. Por ejemplo, si ve una marca que dice «417», ésta corresponde a 10 quilates, que a su vez corresponde a un 41,7% de pureza (10 dividido por 24).

Es importante buscar cualquier marca junto al número de quilates o de pureza que pueda indicar que la joya está chapada en oro o rellena de oro.

Las letras como GP (chapado en oro), GF (relleno de oro), RGP (placa de oro laminado), HGE (electrochapado de oro pesado) o GEP (electrochapado de oro) significan que la pieza no está hecha de oro macizo.

Sin embargo, las marcas no son necesariamente fiables. El oro falso que sólo está chapado podría carecer de cualquier letra que lo identifique como tal.

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Rayas y decoloración

Si una pieza de joyería está chapada en oro o rellena de oro, un arañazo lo suficientemente profundo revelaría el metal bajo la superficie de oro.

Por lo tanto, si ve algún arañazo bajo el cual se ve el metal que hay debajo o manchas decoloradas en las que la capa superior se ha desprendido, esto es una señal de que la joya sólo está cubierta de oro y no está hecha completamente de él.

Color del oro y quilates

Una indicación de que una pieza de joyería podría estar chapada en oro es si su color es el amarillo intenso que es característico del oro puro. Los artículos chapados en oro a veces están cubiertos con una capa de oro de 24 quilates.

En cambio, las piezas hechas de oro macizo no suelen tener el mismo color, ya que el oro de 24 quilates no se utiliza para hacer joyas debido a la suavidad del metal.

Otros métodos para detectar oro falso

Los métodos que se enumeran a continuación tienen una utilidad limitada, ya que son más poco fiables que las pruebas descritas anteriormente.

Prueba de la mordida

Esta es una prueba muy popular que se basa en el hecho de que el oro es blando, por lo que si se muerde, los dientes deberían dejar marcas en él.

Sin embargo, la prueba de la mordida no es un buen método para comprobar si una pieza de oro es real.

En primer lugar, las aleaciones de oro de menos quilates (como el oro de 10K o 14K) son relativamente duras debido al mayor contenido de metales no dorados que contienen, y estas aleaciones no pasarían esta prueba a pesar de ser consideradas oro real.

En segundo lugar, hay otros metales blandos que pueden pasar la prueba de la mordida y que pueden ser cubiertos con oro para hacer una pieza de oro falsa.

Prueba del imán

La prueba del imán es otra prueba popular. El razonamiento detrás de ella es que el oro falso debe ser atraído por un imán mientras que el oro real no debe hacerlo.

Es cierto que el oro puro no es magnético. Sin embargo, hay una serie de otros metales que tampoco son magnéticos y que pueden ser utilizados para hacer una pieza de joyería chapada en oro.

Además, las joyas de oro real pueden contener metales magnéticos como parte de la aleación de oro utilizada para hacerlas.

Prueba de densidad

Esta prueba es más sofisticada que las otras dos mencionadas anteriormente. Funciona dejando caer el artículo en un tanque lleno de agua y midiendo cuánta agua desplaza.

En base a la relación entre el peso de la pieza y la cantidad de agua que ha desplazado, se puede calcular su densidad e inferir cuánto oro contiene.

El problema de esta prueba (además de requerir una medición precisa y cálculos más complejos) es que es muy difícil llegar a un punto de referencia fiable sobre la densidad que debería tener una aleación de un determinado quilate.

Por ejemplo, ¿cuál debería ser la densidad del oro de 14K? Diferentes vendedores podrían añadir metales que no son oro en diferentes proporciones en una aleación de 14K, y por lo tanto su densidad puede variar ampliamente.

Para empeorar las cosas, debido a esta variación potencial, la densidad de una pieza chapada en oro podría pasar a estar cerca de la densidad de una pieza de oro sólido real.

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