¿Has conocido alguna vez a un bravucón? Los matones son niños que se burlan o hacen daño a otros niños para sentirse bien. Un matón es un chico o una chica que actúa con maldad o que hace daño a los demás. Los acosadores se meten con otra persona como una forma de obtener poder, de salirse con la suya o de sentirse importantes.
Los acosadores a veces golpean, patean o empujan para herir a las personas, y a veces utilizan palabras para insultarlas, burlarse de ellas o asustarlas. Un acosador puede decir cosas malas sobre alguien, agarrar las cosas de un niño, burlarse de alguien o dejar a un niño fuera del grupo a propósito. Algunos acosadores amenazan a la gente o tratan de obligarles a hacer cosas que no quieren hacer.
El acoso es un gran problema
El acoso es un gran problema que afecta a muchos niños. Ser acosado puede hacer que los niños se sientan asustados, tristes, preocupados o avergonzados. El estrés de lidiar con los acosadores puede incluso provocarles dolor de estómago
Tener acosadores cerca puede quitarle la diversión al colegio. Algunos niños tienen miedo de ir al comedor, al baño o al patio de recreo por culpa de los acosadores. Es difícil concentrarse en las tareas escolares o disfrutar de tus amigos cuando te preocupa cómo vas a evitar al matón que está cerca de tu taquilla. El acoso escolar molesta a todo el mundo, y no sólo a los niños a los que molestan. A nadie le gusta un acosador.
¿Por qué los acosadores actúan tan mal?
Algunos sólo buscan atención. Pueden pensar que la intimidación es una forma de ser popular o una manera de conseguir lo que quieren. La mayoría de los acosadores intentan sentirse más importantes: cuando se meten con otra persona, se sienten grandes y poderosos.
Algunos acosadores proceden de familias en las que todos están enfadados y gritan todo el tiempo. Pueden pensar que estar enfadados, insultar y empujar a la gente es una forma normal de actuar. Algunos acosadores copian lo que han visto hacer a otra persona. Algunos han sido acosados ellos mismos.
A veces un acosador sabe que lo que hace o dice hiere a otras personas. Pero otros acosadores pueden no saber realmente lo hirientes que pueden ser sus acciones. La mayoría de los acosadores no entienden ni se preocupan por los sentimientos de los demás.
¿Quiénes son acosados?
Los acosadores a menudo se meten con alguien sobre quien creen que pueden tener poder. Pueden elegir a niños que se enfadan fácilmente o que tienen problemas para defenderse. Conseguir una gran reacción de alguien puede hacer que los acosadores sientan que tienen el poder que desean. A veces los acosadores se meten con alguien que es más inteligente que ellos, más guapo que ellos o diferente a ellos en algún aspecto. A veces los acosadores se meten con un niño sin ninguna razón.
¿Qué pasa con los acosadores?
Al final, la mayoría de los acosadores acaban teniendo problemas. Si siguen actuando de forma mezquina e hiriente, tarde o temprano sólo les quedarán unos pocos amigos, normalmente otros niños que son como ellos. El poder que querían se les escapa rápidamente. Otros niños siguen adelante y dejan atrás a los acosadores.
Algunos niños que acosan culpan a otros. Pero todos los niños pueden elegir cómo actuar. Algunos niños que acosan se dan cuenta de que no consiguen el respeto que desean amenazando a los demás. Puede que hayan pensado que el acoso les haría populares, pero pronto descubren que los demás niños sólo les consideran unos perdedores problemáticos.
La buena noticia es que los niños que acosan pueden aprender a cambiar su comportamiento. Los profesores, los consejeros y los padres pueden ayudar. También pueden observar a los niños que tratan a los demás con justicia y respeto. Los acosadores pueden cambiar si aprenden a utilizar su poder de forma positiva.
Algunos acosadores se dan cuenta de que tienen que cambiar su comportamiento si quieren ganarse más respeto y tener más amigos. Algunos acosadores necesitan aprender a controlar sus propios sentimientos de ira. Al final, si los acosadores deciden cambiar su forma de actuar depende de ellos. Algunos acosadores se convierten en grandes niños. Algunos acosadores nunca aprenden.
Pero nadie tiene que soportar el comportamiento miserable de un acosador. Si tú o alguien que conoces es molestado por un acosador, busca la ayuda de un adulto. Hay muchas maneras de hacer que un acosador se vaya. Nadie merece ser acosado.
Qué hacer ante el acoso escolar
El acoso escolar puede ser un gran dolor, pero no tienes que dejar que el acoso escolar se lleve lo mejor de ti y de tus compañeros. Aquí tienes algunas cosas que puedes intentar si te molesta un acosador:
Actúa con valentía. Cuando tienes miedo de otra persona, probablemente no te sientas muy valiente. Pero a veces basta con actuar con valentía para detener a un acosador. Si pasas como si no tuvieras miedo y mantienes la cabeza alta, es menos probable que un matón te dé problemas.
-Ignorar a un matón. El simple hecho de ignorar las amenazas de un acosador y alejarse le roba al acosador su diversión. Los matones quieren una gran reacción a sus burlas y maldades. Incluso repitiendo una burla verbal al acosador le dará la satisfacción de que está llegando a ti. Actuar como si no te dieras cuenta y no te importara es como no reaccionar en absoluto, y esto podría detener el comportamiento del acosador.
Defiéndete. Los niños pueden defenderse con palabras diciéndole al acosador que deje de hacerlo, y luego alejarse. Los niños también pueden defenderse unos a otros diciéndole al acosador que deje de burlarse o de asustar a otra persona, y luego alejarse juntos.
-Dile a un adulto. Si te acosan, es muy importante que se lo digas a un adulto. Los profesores, los directores, los padres y los ayudantes del comedor escolar pueden ayudar a detener el acoso.
-Ser un compañero. Los niños que están siendo acosados pueden utilizar el sistema de amigos. Haz un plan para caminar con uno o dos amigos de camino a la escuela o al recreo o a la comida o donde creas que puedes encontrarte con el acosador. Ofrécete a hacer lo mismo por un amigo que tenga problemas con un acosador.
No devuelvas el acoso. No golpees, patees o devuelvas los empujones para hacer frente a alguien que te intimida a ti o a tus amigos. Devolver el golpe sólo satisface al acosador, y también es peligroso, porque alguien podría resultar herido. Es mejor quedarse con otros, mantenerse a salvo y pedir ayuda a un adulto.