Quitar el deslustre del latón, el cobre, la plata y otros objetos metálicos suele ser una tarea bastante tediosa, pero he descubierto una forma de pulir esas piezas sin pasar horas puliendo… y sin correr el riesgo de estropear el metal con los antiestéticos arañazos que pueden causar muchos limpiadores abrasivos de uso común. Mi método produce un aspecto fino, frotado a mano en cuestión de minutos, y hace que la idea de brillar esas «gangas» vendibles, que a menudo se encuentran en los mercados de pulgas y en los áticos descuidados, sea mucho más atractiva.
Herramientas para ahorrar tiempo en el pulido de metales
La mayoría de los materiales necesarios para duplicar mi técnica de pulido se pueden encontrar en el taller de casa. En primer lugar, necesitará un taladro manual eléctrico y algún lugar para montarlo, ya sea un tornillo de banco o un soporte para taladros. También necesitarás un disco de pulir de tela y un capó para pulir. Por último, el ingrediente más importante será una barra de compuesto para pulir, que también se denomina colorete de joyero.
El coste de este último artículo puede variar mucho -lo he aprendido por las malas-. Un joyero local me vendió a regañadientes mi primera barra de cinco onzas por la friolera de 5 dólares… y aunque es cierto que un poco de esta sustancia da para mucho, no era ni mucho menos una ganga. Más tarde encontré una barra de medio litro en una tienda Tandycraft por sólo 69¢, y desde entonces he observado que cantidades similares se venden por 1,75 a 3,75 dólares en otras tiendas de artesanía y ferreterías en mi parte de Oklahoma.
Una vez que haya localizado todos los elementos necesarios, enrosque la rueda de pulido en la almohadilla de goma de apoyo, y deslice el accesorio en el portabrocas. (Asegúrese de apretar el portabrocas con firmeza, para que la rueda no salga volando al pulir). Ahora, monte el taladro firmemente en el tornillo de banco o en el soporte.
Cuando encienda el motor, accione el bloqueo del gatillo del taladro para liberar ambas manos. A continuación, aplique el compuesto de pulido simplemente poniéndolo en contacto con la rueda giratoria durante unos cinco segundos. A continuación, sujete el objeto a pulir con ambas manos. Es mejor mantener un agarre rígido, al menos hasta que te acostumbres a la fuerza de la máquina, porque la rueda giratoria ejerce una sorprendente fuerza de tracción y podría arrancarte una pieza que no esté bien sujeta. (Los objetos pequeños, como las hebillas de los cinturones, pueden manipularse con un par de alicates cuyas mordazas se hayan envuelto con cinta adhesiva para evitar que rayen el metal. Por el contrario, cuando quiera sacar brillo a piezas grandes y pesadas -un paragüero de latón, por ejemplo- suele ser más fácil retirar el taladro del tornillo de banco y utilizarlo a mano alzada, pero hacerlo requerirá un poco de músculo y mucha práctica.)
Limpiar el barniz del metal
Para obtener los mejores resultados, sujete el objeto que desea pulir contra la rueda y muévala lentamente, sacando brillo a una pequeña zona cada vez. El movimiento circular calentará tanto el compuesto como el metal y, al combinarse el deslustre con el limpiador, formará una sustancia negra pegajosa. La mayor parte de esta sustancia se arrastrará por la rueda, pero si la acumulación es muy fuerte, probablemente querrá limpiar la goma de vez en cuando con un paño suave. (En los trabajos difíciles también puede ser necesario aplicar más compuesto a la rueda durante el proceso de pulido.)