Cuando sus hijos son bebés, la dentición puede ser un momento difícil tanto para los padres como para los niños, pero una vez que cumplen 3 años, la mayoría de los niños tienen sus dientes primarios. Alrededor de los 6 años, los dientes de leche comienzan a caerse para dejar espacio a los dientes permanentes de los adultos. Cuando el niño cumple 13 años, se le han caído todos los dientes de leche y le han salido los de adulto.
Algunos niños se emocionan cuando se les cae un diente, sobre todo si esperan al Ratoncito Pérez. Por otro lado, otros niños pueden tener miedo de que les duela perder el diente. La pérdida de los dientes de leche es mucho menos dolorosa que la salida de los mismos, pero aún así puede ser un reto, sobre todo si el diente suelto parece aguantar para siempre. Aunque lo mejor es dejar que la naturaleza siga su curso y que el diente se caiga por sí solo, hay ocasiones en las que es necesaria la intervención divina.
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de ayudar a extraer un diente flojo que no implique una cuerda, un pomo y un portazo? Echa un vistazo a cinco maneras fáciles de extraer un diente flojo sin cuerda y un pomo.
- Meneando el diente:Haz que tu hijo mueva su diente flojo con su lengua o usando un movimiento de ida y vuelta con los dedos LIMPIOS. Esta es probablemente la forma más indolora y fácil de ayudar en el proceso.
- Comer alimentos duros:Los alimentos que son más difíciles de masticar, como las manzanas crujientes o las zanahorias crujientes, harán que todo el proceso sea rápido e indoloro.
- Usar hilo dental:Si el diente está muy suelto pero no sale de forma natural, intente meter suavemente el hilo dental entre la línea de las encías y el diente y tirar hacia fuera. Para un mejor agarre, puede utilizar un pico de hilo dental.
- Utilizar suavemente unas pinzas:Otra forma de extraer el diente suelto de su hijo si está muy suelto es utilizar unas pinzas limpias. Esto funciona bien cuando el diente está muy suelto pero no sale. Puedes liberar el diente suavemente con unas pinzas esterilizadas. Esta es también una excelente manera de evitar la posible contaminación bacteriana de los deditos ocupados.
- Utilice gasas estériles: Si te da miedo meter las pinzas de punta en la boca de tu pequeño, puedes usar un trozo de gasa estéril para agarrar el diente y girarlo suavemente. Si esto provoca dolor o si el diente no parece querer moverse, puedes intentar aflojarlo un poco más con suaves movimientos de torsión.
Si todo lo demás falla y el diente no se mueve, simplemente deje que se caiga por sí solo. Esta es la mejor opción incluso para los niños impacientes que esperan al Ratón Pérez. Recuérdales que, aunque estén ansiosos por ver lo que encontrarán bajo su almohada, intentar sacar un diente que no está listo para salir puede causar problemas dentales en el futuro.