Este calentador de terracota utiliza velas para almacenar y liberar gradualmente el calor, lo que permite calentar las habitaciones sin electricidad.

La base del aparato tiene espacio para cuatro velas de té, que se colocan debajo de una rejilla metálica. Encima se colocan dos cúpulas de terracota, con un orificio exterior que permite que el aire caliente circule hacia arriba y dentro de la habitación.

La terracota almacena y emite lentamente el calor, lo que significa que irradia calor incluso después de que las velas se hayan apagado. Según el diseñador Marco Zagaria, el dispositivo tarda cinco minutos en calentarse y equivale a un coste de 10 céntimos para calentar una habitación de 30 metros cuadrados durante cinco horas.

«La entrada de aire de la cúpula externa facilita la salida del aire caliente almacenado entre las cubiertas, lo que permite el intercambio térmico con el ambiente de la habitación», afirma el diseñador.

«Después de sólo 30 minutos, la temperatura del ambiente que rodea al Egloo aumentará entre dos y tres grados»

El coste mensual de Egloo es de unos 3 dólares, bastante menos que el uso de un calentador eléctrico. Su forma compacta se ha diseñado para poder trasladarlo fácilmente de una habitación a otra, lo que permite a los propietarios colocarlo cerca.

Hecho a mano en Italia, el calefactor está disponible en varios colores y acabados diferentes, incluyendo versiones esmaltadas y naturales.

«Egloo es un objeto de diseño pensado para ser bello en cualquier momento; embellece la casa tanto cuando se usa como cuando no», añade Zagaria, que lanzó el calefactor en la plataforma de crowdfunding Indiegogo en 2015, recaudando el 488% de su objetivo original.

Otros diseñadores también han creado alternativas ecológicas a los aparatos eléctricos cotidianos, como el argentino Francisco Gómez Paz, que diseñó una lámpara sin cables que genera su propia electricidad a partir de bioetanol.

El diseñador holandés Marjan van Aubel utilizó la luz solar como alternativa a la electricidad, creando células solares que la convierten en energía que puede utilizarse para cargar pequeños dispositivos informáticos.

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