Los primeros casos registrados de ciclosporiasis en humanos fueron tan recientes como 1977, 1978 y 1979. Fueron notificados por Ashford, un parasitólogo británico que descubrió tres casos mientras trabajaba en Papúa Nueva Guinea. Ashford descubrió que el parásito tenía una esporulación muy tardía, de 8 a 11 días, lo que dificultaba el diagnóstico de la enfermedad. Al examinar las heces, los ooquistes no esporulados pueden confundirse fácilmente con esporas de hongos, por lo que pueden pasarse por alto con facilidad.
En 2007, investigadores indios publicaron un informe de un caso en el que se descubría una asociación entre la infección por Cyclospora y la parálisis de Bell. Este fue el primer caso notificado de parálisis de Bell tras una infección crónica por Cyclospora. Además de otros informes extraintestinales, la ciclosporiasis podría estar implicada en el daño neuronal reversible o en otros mecanismos desconocidos para dar lugar al síndrome de Guillain-Barré o a la parálisis de Bell.
En 2010, se publicó en el Journal of Institute of Medicine un informe sobre la transmisión de Cyclospora a través de la natación en el valle de Katmandú. Los investigadores descubrieron que las muestras de heces humanas defecadas abiertamente alrededor de la vivienda de los nadadores y cerca de la piscina eran positivas para Cyclospora. Sin embargo, no encontraron el parásito en las heces de los perros, las heces de las aves, el estiércol del ganado, las muestras de verduras o las muestras de agua. Concluyeron que el agua de la piscina contaminada a través de la polución ambiental podría haber causado la infección, ya que el parásito puede resistir la cloración del agua.
Las infecciones por ciclosporiasis han sido bien reportadas en Nepal. En un estudio, Tirth Raj Ghimire, Purna Nath Mishra y Jeevan Bahadur Sherchan recogieron muestras de verduras, aguas residuales y agua de estanques, ríos, pozos y grifos municipales en el valle de Katmandú entre 2002 y 2004. Encontraron Cyclospora en hojas de rábano, coliflor, col y mostaza, así como en aguas residuales y de río. Este primer estudio epidemiológico determinó el carácter estacional de los brotes de ciclosporiasis en Nepal durante la temporada de lluvias, de mayo a septiembre.
Ciclosporiasis en pacientes con SIDAEditar
Al comienzo de la epidemia de SIDA, a principios de la década de 1980, se identificó la ciclosporiasis como una de las infecciones oportunistas más importantes entre los pacientes con SIDA.
En 2005, Ghimire y Mishra informaron de un caso de ciclosporiasis en un paciente con hemoglobina baja y sugirieron que este coccidiano podría estar implicado en la reducción de la hemoglobina debido a la falta de sistema inmunitario. En 2006, sus grupos publicaron un artículo sobre el papel de la ciclosporiasis en pacientes con VIH/SIDA y en pacientes sin VIH/SIDA en el valle de Katmandú.
En 2008, investigadores indios publicaron un informe sobre la epidemiología de Cyclospora en pacientes con VIH/SIDA en Katmandú. Examinaron muestras del suelo, del agua del río, de las aguas residuales, de las heces de los pollos, de las heces de los perros y de las heces de las calles, y las encontraron positivas para Cyclospora. También evaluaron varios factores de riesgo de ciclosporiasis en pacientes con SIDA.