Reconstrucción de la Oreja Tras la Extirpación de un Tumor

Algunos pacientes tienen tumores en o alrededor de la oreja situados en lugares a los que no se puede llegar con seguridad sin extirpar partes de la oreja. El alcance de la reconstrucción necesaria dependerá de lo que se haya extirpado. Después de una translaberatina se realiza para eliminar un neuroma acústico benigno, por ejemplo, la cirugía de reconstrucción por lo general implica un hueso detrás de la oreja y partes del oído medio. Si la escisión (extirpación) de un tumor extenso requiere la extirpación de múltiples estructuras del oído, la cirugía suele implicar la restauración de la apariencia y la función de varias partes del oído. En situaciones como ésta, pueden ser necesarias múltiples cirugías para lograr los resultados deseados. Incluso entonces, la audición no se restablece totalmente en algunos pacientes, aunque los audífonos pueden ayudar.

Reconstrucción de la cadena osicular

La pérdida de audición puede deberse a una alteración del sistema de conducción del sonido en el oído medio. Los tres huesos que forman parte de este sistema (huesecillos) a veces se dañan a causa de un traumatismo, de una cirugía realizada para tratar otro problema del oído o de repetidas infecciones del oído. Una prueba de audición y un examen del oído pueden determinar si éste es el motivo de la pérdida de audición del paciente. Durante un procedimiento ambulatorio conocido como reconstrucción de la cadena osicular, se extrae el hueso del oído medio que no funciona y se sustituye por un implante artificial.

Dispositivos implantados quirúrgicamente

Los pacientes con pérdidas auditivas neurosensoriales (por daños en las células ciliadas del oído interno) o conductivas (por una alteración de las ondas sonoras dentro del oído) graves o profundas pueden beneficiarse de los dispositivos implantados quirúrgicamente para corregir los problemas de procesamiento del sonido dentro del oído. Las opciones incluyen un audífono osteointegrado colocado en un hueso detrás de la oreja o un implante coclear.

Si la cirugía no restablece por completo la capacidad de oír, se puede recomendar un audífono para mejorar la percepción de ciertos sonidos, tonos y timbres.