En la naturaleza, el cloruro se encuentra principalmente en el agua de mar, que contiene un 1,94% de cloruro. En ciertos mares interiores y en pozos subterráneos de salmuera, como el Gran Lago Salado de Utah y el Mar Muerto de Israel, se encuentran cantidades menores, aunque en concentraciones más altas. La mayoría de las sales de cloruro son solubles en agua, por lo que los minerales que contienen cloruro sólo suelen encontrarse en abundancia en climas secos o en el subsuelo. Algunos minerales que contienen cloruro son la halita (cloruro de sodio NaCl), la silvita (cloruro de potasio KCl), la bischofita (MgCl2∙6H2O), la carnallita (KCl∙MgCl2∙6H2O) y la kainita (KCl∙MgSO4∙3H2O). También se encuentra en minerales evaporíticos como la clorapatita y la sodalita.
Papel en la biologíaEditar
El cloruro tiene una gran importancia fisiológica, que incluye la regulación de la presión osmótica, el equilibrio electrolítico y la homeostasis ácido-base. El cloruro es el anión extracelular más abundante y representa alrededor de un tercio de la tonicidad del líquido extracelular.
El cloruro es un electrolito esencial que desempeña un papel clave en el mantenimiento de la homeostasis celular y la transmisión de los potenciales de acción en las neuronas. Puede fluir a través de los canales de cloruro (incluido el receptor GABAA) y es transportado por los transportadores KCC2 y NKCC2.
El cloruro suele estar (aunque no siempre) en una concentración extracelular más alta, lo que hace que tenga un potencial de inversión negativo (alrededor de -61 mV a 37 grados Celsius en una célula de mamífero). Las concentraciones características de cloruro en los organismos modelo son: tanto en E. coli como en la levadura en ciernes son de 10-200mM (depende del medio), en la célula de mamífero de 5-100mM y en el plasma sanguíneo de 100mM.
La concentración de cloruro en la sangre se denomina cloruro sérico, y esta concentración está regulada por los riñones. El ion cloruro es un componente estructural de algunas proteínas, por ejemplo, está presente en la enzima amilasa. Por estas funciones, el cloruro es uno de los minerales esenciales de la dieta (que aparece con el nombre de elemento cloro). Los niveles de cloruro en suero son regulados principalmente por los riñones a través de una variedad de transportadores que están presentes a lo largo de la nefrona. La mayor parte del cloruro, que es filtrado por el glomérulo, es reabsorbido por los túbulos proximales y distales (mayoritariamente por el túbulo proximal) mediante transporte activo y pasivo.
CorrosiónEditar
La presencia de cloruros, por ejemplo en el agua de mar, empeora significativamente las condiciones para la corrosión por picadura de la mayoría de los metales (incluidos los aceros inoxidables, el aluminio y los materiales de alta aleación). La corrosión del acero en el hormigón inducida por el cloruro conduce a una ruptura local de la forma de óxido protectora en el hormigón alcalino, de modo que se produce un posterior ataque de corrosión localizado.
Amenazas medioambientalesEditar
El aumento de las concentraciones de cloruro puede causar una serie de efectos ecológicos tanto en el medio acuático como en el terrestre. Puede contribuir a la acidificación de los arroyos, movilizar metales radiactivos del suelo por intercambio de iones, afectar a la mortalidad y reproducción de plantas y animales acuáticos, promover la invasión de organismos de agua salada en entornos que antes eran de agua dulce e interferir en la mezcla natural de los lagos. También se ha demostrado que la sal (cloruro de sodio) cambia la composición de las especies microbianas en concentraciones relativamente bajas. También puede obstaculizar el proceso de desnitrificación, un proceso microbiano esencial para la eliminación de nitratos y la conservación de la calidad del agua, e inhibir la nitrificación y la respiración de la materia orgánica.