El coito uretral o coitus por uretra es la penetración sexual de la uretra femenina por un objeto como un pene o un dedo. No es lo mismo que el sondeo uretral, el acto de insertar una herramienta médica especializada en la uretra como forma de actividad sexual o fetichista.
La inserción no entrenada de cuerpos extraños en la uretra conlleva un riesgo significativo de que se requiera atención médica posterior. Los casos documentados de coito uretral parecen haber ocurrido entre parejas heterosexuales; un estudio de la literatura médica mundial disponible en 1965 informó de relatos de trece casos separados. En 2014, se habían documentado 26 casos en la literatura médica, muchos de ellos en personas con disgenesia mülleriana que mantenían relaciones sexuales uretrales sin saberlo. Sin embargo, el estiramiento de la uretra que requiere esta forma de coito también ha dado lugar a una pérdida completa y permanente del control del esfínter uretral (incontinencia urinaria); además, este tipo de coito presenta un riesgo muy alto de infección de la vejiga para la pareja receptiva. También puede provocar una dilatación permanente de la uretra e incontinencia durante el coito. Los síntomas que presenta el coito uretral involuntario incluyen infertilidad primaria, dispareunia (dolor durante el coito) e incontinencia. Otras consecuencias más graves son la evisceración a través de la uretra y la rotura de la vejiga.