Cómo tratar cortes y rozaduras
Detenga la hemorragia
Detenga cualquier hemorragia antes de aplicar un apósito a la herida. Aplique presión en la zona utilizando un material absorbente limpio y seco -como una venda, una toalla o un pañuelo- durante varios minutos.
Si el corte es en la mano o el brazo, levántelo por encima de la cabeza para ayudar a reducir el flujo de sangre.
Si la herida es en una extremidad inferior, túmbese y eleve la zona afectada por encima del nivel de su corazón.
Limpie la herida y aplique un apósito
Cuando la herida haya dejado de sangrar, límpiela y cúbrala con un apósito para evitar que se infecte.
Para ello:
- Lávese y séquese bien las manos
- Limpie la herida bajo el grifo de agua potable – evite el uso de antisépticos ya que pueden dañar la piel y retrasar la cicatrización
- Seque la zona con una toalla limpia
- Aplique un apósito adhesivo estéril, como un esparadrapo – lea más sobre cómo aplicar esparadrapos y otros apósitos
Mantenga limpio el apósito cambiándolo con la frecuencia necesaria. Utilice apósitos impermeables para mantener la herida seca mientras se baña y se ducha.
Puede retirar el apósito al cabo de unos días, una vez que la herida se haya cerrado por sí sola.
Tome analgésicos si es necesario
Si la herida es dolorosa durante los primeros días, puede tomar analgésicos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno.