Causas
A menudo no hay una causa definitiva para la costocondritis. Puede estar asociada a una lesión en la caja torácica o a una actividad o esfuerzo físico inusual (por ejemplo, levantar objetos pesados o toser mucho). La costocondritis puede producirse después de una enfermedad respiratoria, como un resfriado o una gripe, y en personas con enfermedades subyacentes como la fibromialgia, el lupus eritematoso sistémico y la espondilitis anquilosante.
La condritis afecta a las mujeres con más frecuencia que a los hombres, y es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes.
Síntomas
Los principales síntomas de la costocondritis son el dolor y la sensibilidad en la unión de las costillas y el esternón como resultado de la inflamación del tejido cartilaginoso entre los huesos. El dolor aumenta con el movimiento y la respiración profunda y disminuye con el descanso y la respiración tranquila. La presión ejercida directamente sobre la zona afectada también provoca un dolor importante.
El dolor puede variar en intensidad, pero suele ser intenso. Puede describirse como presión, dolor o dolor agudo. Suele localizarse en la parte delantera del pecho, pero puede irradiarse a la espalda, el abdomen, el brazo o el hombro.
El dolor suele producirse en un solo lado del tórax, más comúnmente el izquierdo, pero puede afectar a ambos lados del tórax al mismo tiempo. Los síntomas de la costocondritis suelen durar entre una y tres semanas.
Los síntomas de la costocondritis pueden confundirse con un ataque al corazón. Sin embargo, el dolor de un infarto abarca todo el pecho y suele ir acompañado de falta de aire, náuseas y sudoración. Si la aparición del dolor es repentina, póngase en contacto con los servicios de urgencias o con un médico.
Diagnóstico
El diagnóstico de la costocondritis suele hacerse evaluando la naturaleza de los síntomas y por el hecho de que el dolor puede reproducirse presionando la zona afectada. A veces se pueden recomendar pruebas para descartar otras afecciones más graves:
- Una radiografía de tórax
- Un electrocardiograma (ECG), que es un trazado de la actividad eléctrica del corazón
- Análisis de sangre.
Tratamiento
A menudo los síntomas de la costocondritis se resuelven sin tratamiento. Cuando se requiere tratamiento, el objetivo es reducir la inflamación y controlar el dolor. El tratamiento suele consistir en:
- Descansar y evitar las actividades que empeoran el dolor
- Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno y medicamentos analgésicos como el paracetamol
- Aplicación de compresas de hielo y/o calor en la zona
- Estiramientos suaves de los músculos superiores del pecho (pectorales) dos o tres veces al día.
Si el dolor es extremo y/o prolongado, puede inyectarse un medicamento corticoesteroide como la hidrocortisona en la zona afectada para ayudar a reducir el dolor y la inflamación. En raras ocasiones, cuando la afección no responde al tratamiento médico, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar el cartílago inflamado.
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Última revisión: Agosto 2020