Los daños en el cerebro o la médula espinal pueden causar paraplejia o tetraplejia.

Lesión de la médula espinal

Cada año se producen entre 250.000 y 500.000 lesiones de la médula espinal en todo el mundo. La médula espinal es una estructura larga y tubular. Está formada por haces de fibras nerviosas que transmiten señales entre el cerebro y el resto del cuerpo.

Los huesos de la columna vertebral -las vértebras- protegen la médula espinal de las lesiones físicas. Sin embargo, un golpe o una caída pueden romper o dislocar una vértebra, dañando un segmento de la médula espinal.

La inflamación resultante puede destruir la vaina de mielina que rodea las fibras nerviosas. Los nervios con vainas dañadas no pueden transmitir señales eléctricas con la misma rapidez o eficacia que de costumbre.

Los efectos de una lesión de la médula espinal varían en función de dónde se produzca el daño. Por ejemplo, una lesión en las regiones sacra o lumbar en la parte inferior de la espalda puede causar parálisis en las piernas y en la parte inferior del abdomen.

Una lesión que afecte a los nervios espinales torácicos en la parte superior de la espalda puede causar parálisis o debilidad en el pecho, el abdomen y las piernas.

El término «médula espinal cervical» se refiere a la médula espinal del cuello. Las lesiones en esta zona pueden causar parálisis de todo el cuerpo por debajo del cuello.

Los accidentes de tráfico y las caídas suelen ser los responsables de los traumatismos que rompen o aplastan las vértebras, lesionando la médula espinal.
Si, en cambio, un problema de salud, como un accidente cerebrovascular de la columna vertebral, artritis, cáncer, infección o degeneración discal, es la causa del daño a la médula espinal, los médicos se refieren a esto como una lesión no traumática de la médula espinal.

Accidente cerebrovascular

Según cifras de 2017 y 2013, respectivamente, el accidente cerebrovascular fue la quinta causa de muerte y la principal causa de parálisis en los Estados Unidos.

Un accidente cerebrovascular se produce cuando los vasos sanguíneos estrechados, bloqueados o rotos interrumpen el suministro de sangre al cerebro y, con menor frecuencia, a la médula espinal. Sin una cantidad adecuada de sangre rica en oxígeno, las células cerebrales comienzan a morir, lo que conduce a la parálisis.

La parálisis debida a un ictus suele afectar a un lado del cuerpo. Sin embargo, los daños en la parte inferior del cerebro que conecta con la médula espinal pueden causar debilidad muscular o parálisis en ambos lados.

Algunos otros síntomas del ictus incluyen:

  • un repentino fuerte dolor de cabeza
  • problemas de visión
  • mareos o pérdida de equilibrio
  • dificultad para caminar
  • dificultad para hablar
  • confusión

Parálisis cerebral

La parálisis cerebral se refiere a un grupo de trastornos neurológicos que afectan a la capa externa del cerebro llamada corteza cerebral, que controla el movimiento muscular.

En la mayoría de los casos, la parálisis cerebral está presente desde el nacimiento. Sin embargo, algunos niños la desarrollan después de que una lesión en la cabeza o una infección provoquen una inflamación en el cerebro.

Dependiendo de la localización y la gravedad del daño, la parálisis cerebral puede causar:

  • problemas de coordinación
  • rigidez muscular
  • movimientos involuntarios, como temblores o espasmos
  • paraplejia o tetraplejia

Esclerosis múltiple (EM)

La EM es un trastorno inflamatorio que ataca la vaina de mielina que recubre las fibras nerviosas del cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos.

La EM causa una amplia variedad de síntomas que van desde un leve entumecimiento hasta una importante debilidad muscular que altera la marcha de la persona.

Otros síntomas incluyen:

  • dolor crónico
  • espasmos musculares en las piernas
  • sensación de pinchazos o de agujas en la cara, el cuerpo o las extremidades
  • la sensación de una descarga eléctrica que va desde la nuca hasta los brazos o las piernas, que se denomina signo de Lhermitte
  • pérdida de coordinación o mareos

Las formas graves de EM pueden causar parálisis parcial o total, aunque esto sólo ocurre en un tercio de los casos de EM. La mayoría de las personas con EM pueden caminar, aunque muchas necesitan una ayuda, como un bastón o muletas.

Otras causas

Otras posibles causas de parálisis incluyen:

  • un coágulo de sangre o un tumor en la médula espinal
  • artritis reumatoide que provoca una inflamación en la parte superior de la columna vertebral
  • infecciones de la médula espinal, por ejemplo, debidas a la poliomielitis, el VIH, el virus del Nilo Occidental o la sífilis
  • trastornos hereditarios, como la paraplejia espástica hereditaria o el síndrome de Andersen-Tawil
  • trastornos neurodegenerativos, como la esclerosis lateral amiotrófica -también conocida como enfermedad de las neuronas motoras o enfermedad de Lou Gehrig

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