¿Cuándo es un niño demasiado grande para una cama infantil?
La cama infantil es especial tanto para los niños como para los padres. Como madre, la idea de retirar la vieja cama infantil o pasarla a otra persona probablemente no está en la parte superior de su lista de tareas. Al fin y al cabo, queremos a nuestros hijos y deseamos que sigan siendo pequeños todo el tiempo que podamos. La cama para niños pequeños es una de las últimas cosas que mantienen a nuestros hijos en la categoría de «niños pequeños». A pesar del fuerte apego que usted y su hijo puedan haber desarrollado por la cama infantil, llega un momento en que simplemente hay que decirle adiós y seguir adelante con otra cosa. Para ayudarle a decidir cuándo un niño es demasiado grande para una cama infantil y si es el momento adecuado para pasar a una cama de tamaño normal, hemos elaborado una lista de señales reveladoras.
#1. Su pequeño necesita más espacio.
Aunque los colchones de las camas de los niños pequeños suelen tener unas 52 pulgadas de largo, no son muy anchos. El ancho de estos colchones, que es el mismo que el de un colchón de cuna promedio, es de sólo 28 pulgadas. Si dejas a tu hijo en crecimiento en la cama para niños pequeños cuando ya es demasiado grande para ella, es probable que se revuelque mientras duerme, lo que no es agradable ni para el niño ni para los padres. Observe si su hijo puede estirarse cómodamente en la cama infantil; si no es así, es hora de invertir en algo más grande.
#2. Preste atención a los límites de peso.
Los niños pequeños no son muy grandes; sin embargo, los niños que crecen pueden ganar peso rápidamente. La mayoría de las camas para niños pequeños están diseñadas para soportar no más de 50 libras. Si su hijo o hija está dando un estirón y está ganando mucho peso, tal vez sea el momento de comprar una cama más grande antes de que la cama infantil se derrumbe.
#3. Su hijo va a empezar el colegio.
Las camas para niños pequeños no están diseñadas para ser utilizadas por niños en edad escolar. Si bien es posible que no quiera deshacerse de la cama infantil favorita el día que su hijo comience el jardín de infancia, el comienzo de la escuela es una señal segura de que es el momento de cambiar a una cama más grande.
#4. Su hijo quiere algo nuevo.
En algunos casos, los niños están listos para dejar atrás lo que perciben como «de bebé» y pasar a cosas de niño grande. Si su hijo o hija habla de querer una cama nueva, probablemente ha llegado el momento.
Consejos para hacer el cambio
Si ha llegado el momento de cambiar a su hijo a una cama más grande, puede ayudar a facilitarle el proceso convirtiéndolo en una experiencia emocionante. Deja que tu hijo o hija te ayude a elegir la cama y a escoger las sábanas, la colcha y las almohadas. Recuerda que tu hijo ya no es un bebé; si quiere temas como los dinosaurios o Frozen, deja que disfrute de su independencia. Si su hijo se resiste a deshacerse de su antigua cama, organice una fiesta de «cama nueva» con algunos aperitivos y juegos saludables.
La seguridad es lo primero
No olvide que una cama más grande también presenta nuevos riesgos, como una mayor distancia para caerse si ruedan por la noche. Puedes tener en cuenta la seguridad ante todo implementando barandillas laterales y evitando la litera superior hasta que el niño tenga al menos seis años.
Deshacerse de la cama infantil puede ser un momento difícil tanto para los niños como para los padres. No te entristezcas por la realidad de que tu hijo está creciendo; en cambio, date una palmadita en la espalda y felicítate por haber llegado hasta aquí. Lo estás haciendo bien, mamá!
¿Necesitas más ayuda con la cama para niños pequeños? Mira el siguiente vídeo: