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Los sesenta y seis libros que componen la Biblia fueron escritos en un lapso de aproximadamente 1.500 años. Esto no significa que se necesitaron 1.500 años de escritura para completar la Biblia. Más bien, la totalidad del canon de las Escrituras tardó tanto tiempo en completarse, ya que Dios reveló Su Palabra a la gente en su propio tiempo. La mayoría de los estudiosos creen que el primer libro escrito de la Biblia es el Génesis o Job. Se cree que Moisés escribió el Génesis y posiblemente Job, ambos alrededor del 1400 a.C., hace aproximadamente 3.400 años. El libro del Apocalipsis es el más reciente, y fue completado alrededor del año 90 d.C.
Como se mencionó, no se necesitaron 1.500 años completos para escribir la Biblia. Hubo un intervalo de 400 años, por ejemplo, entre Malaquías, el último libro del Antiguo Testamento, y el Evangelio de Mateo que inicia el Nuevo Testamento. El Espíritu de Dios no inspiró a nadie a escribir ninguna nueva Escritura durante los «400 años de silencio». Aunque el libro de Mateo es el primero en el orden del Nuevo Testamento, se cree que la epístola de Santiago se escribió antes, alrededor del año 44-49 d.C. Sólo se tardó unos cincuenta años en escribir todo el Nuevo Testamento, entre el 44 y el 90 ó 95 d.C., por lo que el Antiguo Testamento es lo que llevó la mayor parte del tiempo de escritura de la Biblia.
Debido a que la Biblia fue escrita hace tanto tiempo, no hay manera de saber cuánto tiempo se tardó en escribir cada libro en particular. Moisés completó el Pentateuco, o los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, entre 1445-1405 a.C., es decir, en unos cuarenta años, pero no sabemos si estuvo escribiendo continuamente durante esos cuarenta años. Las epístolas de Pablo a las iglesias del Nuevo Testamento eran cartas, por lo que muchas de las más cortas pueden haber sido escritas de una sola vez. Tanto 2 Juan como 3 Juan son también cartas breves, que podrían haber sido escritas de una sola vez, a personas concretas. Judas también es bastante corto, al igual que algunas de las otras epístolas como 1 Juan, 1 y 2 Pedro y Santiago.
Cada autor de los libros de la Biblia sólo escribió lo que el Espíritu Santo le inspiró: «Toda la Escritura es inspirada por Dios» (2 Timoteo 3:16). El apóstol Pedro aclaró aún más esto al hablar de los profetas que hablan la Palabra de Dios: «Porque ninguna profecía fue producida por la voluntad del hombre, sino que los hombres hablaron de parte de Dios llevados por el Espíritu Santo» (2 Pedro 1:21). Los hombres que escribieron la Biblia fueron utilizados por Dios para transcribir sus palabras, creando así la Biblia y compartiendo su mensaje con el mundo venidero.