Si tiene un dolor intenso, es posible que su médico le recete opioides para tratarlo. Estos fármacos pueden causar problemas estomacales como náuseas, vómitos o estreñimiento, lo que puede hacer que se sienta peor en lugar de mejor. Algunos de estos problemas desaparecen rápidamente. Otros pueden controlarse fácilmente.
Las náuseas y los vómitos suelen desaparecer al cabo de unos días, pero el estreñimiento causado por los opioides suele durar más tiempo porque el medicamento hace que los alimentos se muevan más lentamente por el organismo. Esto hace que el cuerpo tenga más tiempo para absorber el agua de las heces, lo que dificulta su evacuación.
Dependiendo del tipo de problema que tenga, su plan de alivio puede ser diferente.
Si se siente mal del estómago después de empezar a tomar opioides:
Pida ayuda a su médico. Es habitual que las personas tengan náuseas o vómitos cuando empiezan a tomar opioides. Algunos dejan de tomar su medicamento antes de tener las náuseas. Habla con tu médico antes de tomar esa decisión. Es posible que le recomiende un producto de venta libre o que le recete un medicamento junto con los opioides que le ayude a combatir las náuseas.