Desarrollo del lenguaje en niños autistas
Todos los niños empiezan a desarrollar el lenguaje desde el día en que nacen. Esto ocurre a través de las relaciones y el juego con otras personas.
Puede ser más difícil para los niños autistas aprender y utilizar el lenguaje que para los niños con un desarrollo típico.
Los niños autistas pueden tener dificultades para aprender el lenguaje porque tienden a mostrar menos interés por otras personas en los primeros 12 meses de vida. Pueden estar más centrados en otras cosas que ocurren a su alrededor. Como puede que no necesiten o quieran comunicarse con otras personas tanto como los niños de desarrollo típico, no tienen tantas oportunidades de desarrollar sus habilidades lingüísticas.
Por ejemplo, un bebé de tres meses que se distrae con un ventilador de techo tiene menos probabilidades de prestar atención a un juego de sonrisas y cosquillas con sus padres. A los nueve meses, si el bebé sigue sin sintonizar con sus padres, es menos probable que señale las cosas que quiere compartir con ellos. Es menos probable que el bebé escuche a sus padres cuando nombran cosas. Esto significa que el bebé pierde estas oportunidades de construir vocabulario.
Apoyar el desarrollo del lenguaje de los niños autistas
Crear razones para usar el lenguaje
Si los niños autistas tienen razones para usar el lenguaje, es más probable que traten de usarlo.
Puede crear razones para que su hijo autista use el lenguaje como parte de sus actividades diarias juntos. Por ejemplo, puede poner el juguete favorito de su hijo fuera de su alcance para que tenga que pedirlo. O pueden turnarse para abrir las solapas de un libro ilustrado y hablar o enseñarse mutuamente lo que han encontrado. Es importante hacer una pausa suficiente para que su hijo diga lo que está pensando o sintiendo.
A medida que su hijo aprenda, puede ir haciendo las actividades más difíciles. Por ejemplo, puede empezar diciendo sólo «pelota» cuando quiera que le des la pelota. El siguiente paso podría ser decir «empuja la pelota».
Usando el juego
El juego es la forma en que los niños aprenden, incluso cómo aprenden el lenguaje. Al jugar con su hijo, o simplemente haciendo que el juego forme parte de sus actividades cotidianas, puede crear oportunidades para que su hijo desarrolle el lenguaje.
Por ejemplo, si está haciendo un rompecabezas con su hijo, podría entregarle una pieza del rompecabezas cuando la pida con contacto visual.
Modelar el lenguaje
Puede mostrarle a su hijo cómo responder o pedir algo utilizando el modelado. El modelado consiste en hablar y utilizar expresiones faciales y gestos delante de su hijo. También significa dar a su hijo ejemplos de lo que quiere que aprenda, a un nivel adecuado para él.
Por ejemplo, puede comentar lo que está haciendo, como decir «abre» mientras abre la puerta del coche. También puede comentar lo que su hijo está haciendo, como decir «atascado» mientras intenta abrir la cremallera de una bolsa.
Si su hijo está intentando decir algo, puede modelar las palabras que cree que necesita, como «ayuda» mientras su hijo sostiene un paquete de comida que no puede abrir.
Es mejor utilizar frases que contengan 1-2 palabras más de las que su hijo está utilizando actualmente en su propio discurso. Por ejemplo, si su hijo aún no habla, modele frases de 1-2 palabras. Si su hijo habla con frases de 2 ó 3 palabras, repita lo que dice pero añada un par de palabras más para mostrarle cómo construir frases más grandes.
Construir las habilidades de su hijo
Para desarrollar el lenguaje, su hijo necesita oportunidades regulares, significativas y motivadoras para practicar determinadas habilidades lingüísticas.
Por ejemplo, podría trabajar una habilidad como saludar a la gente. Su hijo podría empezar saludando a su madre con un contacto visual cuando llegue a casa del trabajo. El siguiente paso podría ser el contacto visual y un abrazo, luego el contacto visual, un abrazo y decir «hola». A continuación, puede trabajar para transferir la habilidad a decir «hola» cuando la abuela venga de visita.
Recompensar el uso del lenguaje
Puede recompensar a su hijo cuando escuche, entienda o se exprese. Puede hacerlo mediante una consecuencia natural, como dar a su hijo la siguiente pieza del puzzle cuando haga una petición, o sonreír y hacer un comentario para que su hijo sepa que usted está interesado cuando le enseña un juguete.
No significa dar a su hijo recompensas como caramelos o pegatinas.
La mejor manera de fomentar el desarrollo del habla y el lenguaje de los niños es hablar juntos sobre las cosas que le interesan a su hijo. De este modo, su hijo desarrollará su lenguaje y su relación con él al mismo tiempo. Nuestro artículo sobre el desarrollo del lenguaje explica cómo funciona esto para los niños con un desarrollo típico. Puedes adaptar los consejos al nivel de desarrollo y comunicación de tu hijo.
Interpretar los intentos de comunicación de tu hijo
Los niños autistas pueden no comunicarse de la misma manera que los niños de desarrollo típico. La comunicación en los niños autistas puede ser no verbal, o pueden utilizar el lenguaje de forma inusual o comportarse de forma difícil. Por ejemplo, los niños autistas pueden señalar, mostrar objetos o repetir frases. Observar a su hijo con atención le ayudará a notar los intentos de comunicación de su hijo y a averiguar lo que está tratando de comunicar.
Por ejemplo, si su hijo tira de su mano hacia un objeto que quiere, puede añadir lenguaje y modelar cómo podría pedir el objeto.
Diferencias en el lenguaje de los niños con TEA
Los niños autistas pueden tener dificultades para relacionarse y comunicarse con otras personas.
Puede que sean más lentos en el desarrollo del lenguaje, que no tengan ningún lenguaje o que tengan problemas importantes para entender o utilizar el lenguaje hablado. Puede que no utilicen los gestos para compensar los problemas que tienen con las palabras.
Los niños autistas tienden a comunicarse sobre todo para pedir algo o para protestar. Es menos probable que se comuniquen por razones sociales, como compartir información.
También suelen tener dificultades para saber cuándo y cómo comunicarse con la gente de forma socialmente apropiada. Por ejemplo, es posible que no establezcan contacto visual o que no dejen que otra persona tome su turno en una conversación.
Para comunicarse eficazmente, los niños necesitan:
- comprender lo que otras personas les dicen (lenguaje receptivo)
- expresarse utilizando palabras y gestos (lenguaje expresivo)
- utilizar sus habilidades de lenguaje receptivo y expresivo de forma socialmente apropiada.