Si su médico sospecha que una mancha en la piel es un melanoma, necesitará una biopsia, que es la única manera de hacer un diagnóstico definitivo. En este procedimiento, el médico trata de extirpar todo el crecimiento de aspecto sospechoso. Si el tumor es demasiado grande para extirparlo por completo, el médico puede extraer una muestra del tejido.
La biopsia suele realizarse en la consulta del médico con anestesia local. A continuación, un patólogo examina el tejido bajo el microscopio para comprobar si hay células cancerosas.
A menudo, el patólogo puede decir fácilmente si estas células representan un melanoma o un lunar no canceroso. Sin embargo, a veces la distinción puede ser complicada, y deben realizarse tinciones especiales o pruebas de diagnóstico adicionales para hacer el diagnóstico. Distinguir entre tumores cancerosos y no cancerosos puede marcar la diferencia para un paciente, ya que el tratamiento y los resultados pueden ser muy diferentes.
Un patólogo puede identificar muchas otras características del melanoma para determinar la probabilidad de que el cáncer pueda ser tratado con éxito. Si le han hecho una biopsia en otro centro médico, pediremos a un patólogo experimentado de la UCSF que las revise también.