Disfunción del suelo pélvico
Un ejemplo de disfunción anorrectal que puede contribuir al estreñimiento es una afección denominada disinergia del suelo pélvico (también denominada anismo). Se caracteriza por la incapacidad de los músculos del suelo pélvico para relajarse, o una contracción paradójica de los músculos del suelo pélvico, con la defecación.
El suelo pélvico está compuesto por un grupo de músculos que abarcan la superficie subyacente de la pelvis ósea, cuya función es permitir la micción y la defecación voluntarias. La «contracción paradójica» se refiere a un aumento anormal de la actividad de los músculos del suelo pélvico con la defecación, en lugar de la disminución normal de la actividad muscular que es necesaria para tener una defecación normal. Esta condición puede contribuir a algunas formas de estreñimiento, quejas de evacuación incompleta y esfuerzo con las heces.
Debido a que los músculos del suelo pélvico se controlan voluntariamente, su función puede mejorarse a través de diversos procedimientos de aprendizaje – como la biorretroalimentación.
¿Qué es la biorretroalimentación?
La biorretroalimentación es una herramienta de reeducación neuromuscular que los terapeutas pueden utilizar para saber si ciertos procesos de nuestro cuerpo están funcionando correctamente. Es un proceso indoloro que utiliza un ordenador y un monitor de vídeo para mostrar funciones corporales de las que normalmente no somos conscientes. Unos sensores especiales miden estas funciones, que se muestran en forma de sonidos que podemos oír o de gráficos de líneas que podemos ver en la pantalla del ordenador. De este modo, recibimos información (feedback) sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo.
El terapeuta nos ayuda a utilizar esta información mostrada para modificar o cambiar las respuestas anormales a patrones más normales. Eso puede significar aumentar una respuesta, disminuir una respuesta o aprender a coordinar dos respuestas de forma más eficaz.