«Todos los aceites son grasas, y tendrán alguna composición de grasas saturadas, grasas poliinsaturadas y grasas monoinsaturadas. Por lo tanto, aunque una cucharada de cualquier aceite aportará unas 120 calorías, la calidad de estas calorías no es igual», dijo Kary Woodruff, dietista titulada del Salt Lake Intermountain LiVe Well Center.
«Algunos tipos de grasas, por ejemplo, pueden aumentar nuestro riesgo de padecer enfermedades cardíacas, mientras que otros pueden aportar un beneficio protector», dijo Woodruff.
Las grasas saturadas pueden encontrarse en la mantequilla, el aceite de coco y los aceites hidrogenados. Estas grasas pueden aumentar el nivel de colesterol LDL en la sangre. Las grasas insaturadas, que tiene el aceite de oliva, pueden ayudar a los niveles de «colesterol bueno» HDL.
«El aceite de oliva virgen extra es una gran fuente de ácido graso monoinsaturado y se ha demostrado que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón», dijo Woodruff.
El aceite de oliva también ayuda a dar antioxidantes que pueden proteger los glóbulos rojos del daño – de lo contrario ese daño podría conducir a enfermedades del corazón, ataques cardíacos y derrames cerebrales.
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¿Es seguro freír con aceite de oliva?
El aceite de oliva está limitado con lo que se puede hacer con él en la preparación de alimentos. El aceite de oliva no es la mejor opción a la hora de freír alimentos porque tiene un punto de humo más bajo. Si se calienta el aceite lo suficiente para freír, se crea un sobrecalentamiento y un peligro de humo excesivo.
«El aceite de oliva virgen extra no puede calentarse a altas temperaturas como el aceite de canola, por lo que se recomienda para aliñar ensaladas, rociar verduras asadas y otros métodos de cocción a baja temperatura»
Además, freír los alimentos en aceite de oliva no significa que sea más saludable que las otras opciones. Limitar los alimentos fritos en lugar de las ensaladas y las verduras asadas es siempre una apuesta segura.
Recetas saludables
El aceite de oliva se puede utilizar para mojar recetas de pan, rociar sobre la bruschetta, asar verduras como tomates y espárragos y una variedad de otras opciones deliciosas.
Una forma de llevar una dieta más respetuosa con el corazón es incorporar elementos de la dieta mediterránea. Esto incluye el pescado, que ayuda a obtener ácidos grasos omega-3, y las frutas y verduras. Los platos de pasta también pueden beneficiarse con un poco de aceite de oliva.
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