Cuando una trilogía se publica en un volumen con título propio, la forma de actuar es clara: poner en cursiva el título de la trilogía como si fuera una obra. La Trilogía de El Cairo de Naguib Mahfouz, que contiene las novelas Paseo por el palacio, Palacio del deseo y Calle del azúcar, es un ejemplo. También lo son la Trilogía de Terramar de Ursula K. Le Guin y la Trilogía de la Regeneración de Pat Barker. La Trilogía de MaddAddam, de Margaret Atwood, es otro ejemplo diferente: sus tres novelas -Oryx y Crake, El año del diluvio y MaddAddam- no se publican en un solo volumen, sino en una caja (Anchor, 2014).
La cuestión de cómo estilizar una trilogía o serie de libros o películas que no tiene título oficial está menos clara. Por ejemplo, ¿sería las películas de Star Wars o las películas de Star Wars? La decisión dependerá de lo que tenga sentido para la obra en cuestión. La Guerra de las Galaxias es el nombre de la primera película estrenada de la serie. Como el título es fundacional, pon en cursiva el nombre de la serie: películas de La guerra de las galaxias. Si escribes sobre los libros de Nancy Drew, escribe el nombre de la serie en romana, ya que «Nancy Drew» no aparece en los títulos de los libros individuales. Si se trata de los libros de Harry Potter, se puede escribir el nombre de la serie de cualquier manera -libros de Harry Potter o libros de Harry Potter-, ya que la serie se asocia con el primer título de la serie (Harry Potter y la piedra filosofal) y también con el nombre del personaje.