Sabemos que las batas de laboratorio fueron adoptadas por los científicos, pero ¿cuál es el origen de los uniformes médicos? A principios del siglo XX, las intervenciones quirúrgicas se llevaban a cabo en un quirófano, un anfiteatro con asientos escalonados que permitía a la gente ver a los médicos realizar la cirugía. A diferencia de los uniformes blancos y formales que durante mucho tiempo se exigieron a las enfermeras, los cirujanos llevaban su propia ropa hasta bien entrado el siglo XX. La mayoría de los cirujanos llevaban un delantal de carnicero. Y la marca de un cirujano exitoso parecía definirse por la cantidad de manchas de sangre en su ropa, por operar con las manos desnudas e instrumentos no esterilizados. En aquella época, las suturas se vendían en forma de hilos abiertos con agujas reutilizables y las gasas de embalaje procedían de los suelos de las fábricas de algodón.La práctica de «fingir ser un carnicero» operando para el público cesó, afortunadamente, después de la década de 1940, cuando todo el mundo se dio cuenta de que era tan peligroso como desagradable. Sin embargo, las batas como uniforme oficial no se popularizaron hasta los años 70, porque eran más fáciles de limpiar y más higiénicas. Los primeros uniformes quirúrgicos eran blancos para enfatizar este nuevo estándar de limpieza. Sin embargo, las brillantes luces de las operaciones en un entorno totalmente blanco provocaban fatiga visual. Por ello, en la década de 1960, la mayoría de los hospitales se decantaron por tonos verdes para proporcionar un contraste visual y hacer que las manchas fueran menos evidentes. Estos uniformes verdes se conocían originalmente como «verdes quirúrgicos», pero pasaron a llamarse «uniformes médicos» porque se usaban principalmente en un entorno «estéril».Tan lejos de los malditos delantales de carnicero como se puede llegar, los uniformes médicos Medelita son funcionales, profesionales y se adaptan perfectamente a la tarea que se realiza. Los delantales Medelita están fabricados con un tejido drirelease® de alto rendimiento con FreshGuard®. Esto significa que el tejido en sí mismo absorbe la humedad, se seca rápidamente y es suave. Los hilos Drirelease® alejan la humedad de la piel y ayudan a regular la temperatura de la misma, minimizando el sudor y la incomodidad. FreshGuard® es bacteriostático; neutraliza e inhibe el crecimiento de los olores bacterianos.