Aunque se asocia comúnmente con la Alemania nazi, el símbolo de la esvástica tiene más de 3.000 años de antigüedad. El término «esvástica» era originalmente el nombre de una cruz en forma de gancho en sánscrito, y se han encontrado esvásticas en artefactos, como monedas y cerámica, de la antigua ciudad de Troya.

No sólo se asocian las esvásticas con la antigua Troya, los símbolos se encuentran en muchas otras culturas, como la china, la japonesa, la india y el sur de Europa. En la Edad Media, la esvástica era un símbolo muy conocido y tenía muchos nombres diferentes, dependiendo del país. En algunas culturas, como en la antigua China, el símbolo se gira en sentido contrario a las agujas del reloj (sauvastika).

A lo largo de su historia, la esvástica representaba la vida, el sol, el poder, la fuerza y la buena suerte. A principios del siglo XX, todavía se consideraba un símbolo positivo. Durante la Primera Guerra Mundial, se encontraba en los parches de los hombros de los miembros de la 45ª División estadounidense y de la fuerza aérea finlandesa. Sólo después del periodo nazi cambió su connotación.

Los nacionalistas alemanes optaron por utilizar la esvástica a mediados del siglo XIX porque se asociaba con la raza aria y la historia germánica. A finales del siglo XIX, los nacionalistas alemanes utilizaron el símbolo en publicaciones periódicas y para el emblema oficial de la Liga Alemana de Gimnasia. En el siglo XX, era un símbolo común utilizado en Alemania para representar el nacionalismo y el orgullo alemanes, por ejemplo, como emblema del Wandervogel, un grupo juvenil alemán. Sin embargo, las esvásticas también se utilizaban en publicaciones periódicas antisemitas.

La esvástica se convirtió oficialmente en el emblema del Partido Nazi el 7 de agosto de 1920, en el Congreso de Salzburgo. Al describir la nueva bandera en Mein Kampf, Hitler dijo que la esvástica simbolizaba la victoria del hombre ario.

Hoy en día el símbolo se asocia más comúnmente con la Alemania nazi, el Holocausto, los neonazis y otros grupos de odio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.