La idea de contar los años ha existido desde que tenemos registros escritos, pero la idea de sincronizar el momento en que todo el mundo empieza a contar es relativamente nueva. En la actualidad, la norma internacional es designar los años basándose en el cálculo tradicional del año en que nació Jesús: el sistema «A.D.» y «B.C.».
«A.D.» significa anno domini, que en latín significa «en el año del señor», y se refiere específicamente al nacimiento de Jesucristo. «A.C.» significa «antes de Cristo». En inglés, es habitual que «A.D.» preceda al año, de modo que la traducción de «A.D. 2014» sería «in the year of our lord 2014». En los últimos años, una forma alternativa de A.C./A.D. ha ganado adeptos. Muchas publicaciones utilizan «C.E.», o «era común», y «B.C.E.», o «antes de la era común». Antes de hablar de cómo y por qué se inventó el sistema, vamos a conocer el contexto histórico.
¿Cuándo es la Pascua?
En la Alta Edad Media, el cálculo más importante, y por tanto una de las principales motivaciones para el estudio europeo de las matemáticas, era el problema de cuándo celebrar la Pascua. El Primer Concilio de Nicea, en el año 325 d.C., había decidido que la Pascua cayera en el domingo siguiente a la luna llena que sigue al equinoccio de primavera. Computus (cálculo en latín) era el procedimiento para calcular esta fecha tan importante, y los cálculos se expusieron en documentos conocidos como tablas de Pascua. Fue en una de estas tablas donde, en el año 525 d.C., un monje llamado Dionisio Exiguo de Escitia Menor introdujo el sistema A.D., contando los años desde el nacimiento de Cristo.
Anno Diocletiani a Anno Domini
Dionisio ideó su sistema para reemplazar el sistema Diocleciano, llamado así por el 51º emperador de Roma, que gobernó desde el 284 al 305 d.C. El primer año de la tabla de Pascua de Dionisio, «Anno Domini 532», seguía al año «Anno Diocletiani 247». Dionisio hizo el cambio específicamente para acabar con el recuerdo de este emperador que había sido un despiadado perseguidor de los cristianos.
Dionisio nunca dijo cómo determinó la fecha del nacimiento de Jesús, pero algunos autores teorizan que utilizó las creencias actuales sobre cosmología, conjunciones planetarias y la precesión de los equinoccios para calcular la fecha. Dionisio intentó fijar el año 1 d.C. como el del nacimiento de Jesucristo, pero se equivocó en su estimación por unos pocos años, por lo que las mejores estimaciones modernas sitúan el nacimiento de Cristo en el año 4 a.C.
Añadiendo los años antes de Cristo
La adición del componente a.C. se produjo dos siglos después de Dionisio, cuando el venerable Bede de Northumbria publicó su «Historia Eclesiástica del Pueblo Inglés» en el año 731. Hasta ese momento, el sistema de Dionisio había sido ampliamente utilizado. La obra de Bede no sólo llamó la atención de otros eruditos sobre el sistema de datación, sino que también amplió el sistema para incluir los años anteriores al 1 de nuestra era. Los años anteriores fueron numerados para contar hacia atrás para indicar el número de años que un evento había ocurrido «antes de Cristo» o «A.C.»
¿No hay año cero?
Según Charles Seife en su libro «Zero: The Biography of a Dangerous Idea»: «Para Bede, también ignorante del número cero, el año anterior al 1 d.C. era el 1 a.C. No existía el año cero. Después de todo, para Bede, el cero no existía».
Sin embargo, el cero sí existía; nuestra concepción moderna del cero fue publicada por primera vez en el año 628 d. C. por el erudito indio Brahmagupta. Sin embargo, la idea no se extendería a la Europa cristiana medieval hasta los siglos XI a XIII.
Difusión del sistema
El sistema B.C./A.D. ganó popularidad en el siglo IX después de que el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico adoptara el sistema para fechar los actos de gobierno en toda Europa.
En el siglo XV, toda Europa occidental había adoptado el sistema B.C./A.D.. La inclusión del sistema estaba implícita en la introducción del calendario gregoriano en el siglo XVI, y más tarde se convertiría en un estándar internacional en 1988, cuando la Organización Internacional de Normalización publicó la norma ISO 8601, que describe una forma internacionalmente aceptada de representar las fechas y las horas.
Eras comunes y vulgares
La forma alternativa de «Antes de la Era Común» y «Era Común» se remonta a 1715, donde se utiliza en un libro de astronomía indistintamente con «Era Vulgar». En aquella época, vulgar significaba «ordinario», más que «vulgar». El término «Era Vulgar» es incluso más antiguo, apareciendo por primera vez en un libro de 1615 de Johannes Kepler.
Las razones para la transición de A.D. a C.E. incluyen (1) mostrar sensibilidad hacia aquellos que utilizan el mismo número de año que se originó con los cristianos, pero que no son ellos mismos cristianos, y (2) la etiqueta «Anno Domini» es discutiblemente inexacta, ya que los estudiosos generalmente creen que Cristo nació algunos años antes del año 1 de nuestra era y que la evidencia histórica es demasiado incompleta para permitir una datación definitiva.
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Manteniendo el tiempo: El origen de la era B.C. & A.D.