Sí, si el salón sigue las prácticas recomendadas de higiene y esterilización de los instrumentos.
El posible riesgo para cualquier persona que se haga la manicura o la pedicura es el de contraer una infección por un equipo mal esterilizado. Una infección durante el embarazo es además preocupante, ya que su bebé también corre el riesgo de exponerse a cualquier infección que usted adquiera.
Con esto en mente, tenga en cuenta estas precauciones a la hora de elegir un salón de belleza:
Los alicates y otros utensilios deben estar debidamente esterilizados en un esterilizador autoclave; las limas, tampones y palos no metálicos no deben reutilizarse; y los baños de pedicura deben estar desinfectados, por ejemplo. También puedes llevar tus propias herramientas, si lo prefieres.
Tu técnico debe llevar guantes nuevos. Pide que no te corten las cutículas -que protegen el lecho de la uña de las bacterias y los hongos- ni las empujen hacia atrás. Y fíjate en que el salón y cada técnico de uñas tengan publicada una licencia de certificación.
En cuanto a los productos químicos y los vapores del salón, hay poca o ninguna evidencia de que la breve exposición que supone una manicura o pedicura sea perjudicial para ti o para tu bebé. Sin embargo, los olores pueden provocar náuseas a algunas futuras mamás, debido a su elevado sentido del olfato, por lo que resulta útil disponer de un lugar bien ventilado.