Los diamantes son conocidos por ser una de las sustancias más duras de la tierra. Un diamante es tan duro que se clasifica como un 10 en la escala de Mohs, el nivel más alto de dureza. Pero, ¿qué es la escala de Mohs?

La escala de Mohs (se pronuncia MOZE) clasifica la dureza de las gemas y los minerales. La dureza de una piedra indica la resistencia de la piedra a los arañazos o cómo responderá la superficie de la gema al contacto con una punta afilada. Esto difiere de la dureza de una gema, que se define por lo bien que una gema puede sobrevivir a un impacto o resistir a la rotura, el astillado o el agrietamiento.

Introducida en 1822, la escala se originó cuando Friedrich Mohs eligió diez minerales y les asignó números basados en la relativa facilidad o dificultad con la que uno puede ser rayado por otro. Sus estudios dieron como resultado la escala que se muestra a continuación, que todavía se utiliza hoy en día.

Cuando se observa la escala de Mohs, es importante recordar que la diferencia de dureza entre los minerales, o los números de dureza, no es realmente igual, aunque los minerales parezcan estar igualmente espaciados. El diamante está a sólo un número del mineral Corindón (que incluye a los rubíes y zafiros), sin embargo es muchas veces más duro que las gemas de la familia del Corindón.

La escala de Mohs ayuda a identificar cuán duradera es una gema. Cuanto más duradera es una gema, más adecuada es para su uso en joyas de uso frecuente.