¿Has planeado pasar tus vacaciones en la playa durante el embarazo? Una excelente forma de relajarse… ¡Recibe nuestros consejos para aprovechar al máximo tu tiempo en la playa con tu gran barriga redonda!
Sol, mar azul, arena cálida… Una imagen idílica que nos hace soñar despiertas, estemos o no embarazadas. Pero cuando hay un bebé creciendo en tu barriga, la playa también tiene desventajas. Eres más propensa a sufrir un golpe de calor si no estás bien hidratada y eres más sensible a las quemaduras y a la mascarilla del embarazo bajo el sol. Sigue nuestros consejos para disfrutar de tus vacaciones en la playa con total tranquilidad!
¡Ten cuidado con el sol!
En primer lugar, debes protegerte del sol: cuando estás embarazada, tu piel es más sensible a los rayos UV. Si no te proteges, puedes desarrollar una máscara de embarazo -una zona de hiperpigmentación en la cara- o una línea de embarazo -una línea vertical marrón oscura en la barriga-. Si has desarrollado recientemente estrías, éstas pueden oscurecerse de forma irreversible con el sol. Así que la protección solar es fundamental. Aplícate una capa gruesa de protector solar con factor de protección 50, y vuelve a aplicarlo cada dos horas, especialmente cuando nades o sudes. Acuérdate de llevar gafas de sol y un sombrero de ala ancha para mayor protección. Y evita la playa en las horas más calurosas del día. Hay menos gente en la playa y el calor es menos intenso por la mañana antes del mediodía y por la tarde después de las 16 horas. Aprovecha al máximo:
¡Protege tu espalda!
Tumbarse de espaldas sobre una toalla no es la posición más cómoda cuando estás muy embarazada, sobre todo si tu barriga ya es muy grande. Para relajarte con total comodidad, simplemente túmbate de lado, como lo harías en la cama. Así, tu espalda redondeada no te causará tanto dolor. También puedes llevar un pequeño cojín para estar más cómoda. O incluso una tumbona o una silla de playa. Puede que te resulte más fácil estar medio sentado. Sea cual sea la posición que adopte, asegúrese de moverse con regularidad para no sufrir calambres o entumecimientos.
Las piernas ligeras y la playa
La combinación de altas temperaturas y estar tumbado no es ideal si tiene problemas circulatorios. Si sufres de piernas pesadas o varices, quizá sea mejor evitar pasar horas bajo la luz directa del sol. Siéntese bajo una sombrilla, levante los pies y siga bebiendo para evitar la insolación. También puedes caminar por la playa con agua fresca hasta las rodillas. Esto estimulará tu circulación y aliviará la presión sobre los músculos de las pantorrillas. O puedes disfrutar de una buena sesión de espalda en el agua: ¡así aliviarás definitivamente tus vértebras lumbares!