Pregunta

¿Cuál es la etiología probable de la aparición reciente de cefaleas coitales en un hombre de 42 años por lo demás sano? Los dolores de cabeza comienzan en el momento del orgasmo, son extremadamente intensos y se localizan cerca de la parte superior/central de la cabeza. No experimenta aura, fotofobia ni otros síntomas neurológicos. La cefalea se resuelve lentamente durante los 2 o 3 días siguientes, con una reducción gradual de la intensidad y una menor localización.

El paciente no refiere antecedentes de traumatismo craneal. Un exhaustivo historial ocupacional/recreativo revela que no hay exposiciones a agentes químicos, disolventes, etc. El paciente ha sufrido 3 episodios en las últimas 3 semanas. Se ha automedicado con aspirina, Tylenol e ibuprofeno sin éxito. No toma ninguna otra medicación, está en buena forma física y el examen físico y neurológico no presenta hallazgos.

Respuesta de Randolph Warren Evans, MD

Profesor clínico asociado del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Texas en Houston y profesor clínico asociado del Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria del Baylor College of Medicine.

Las cefaleas pueden ser desencadenadas por la tos, el esfuerzo y la actividad sexual. La prevalencia a lo largo de la vida de la cefalea benigna por tos, la cefalea benigna por esfuerzo y la cefalea asociada a la actividad sexual es del 1% para cada una. Los 3 tipos de cefalea ocurren con más frecuencia en hombres que en mujeres.

Además, 3 tipos de cefalea se precipitan por la excitación sexual (masturbación o coito), todas son bilaterales al inicio, se previenen o se alivian con el cese de la actividad sexual antes del orgasmo, y no se asocian a ningún trastorno intracraneal como el aneurisma. El tipo sordo es un dolor sordo en la cabeza y el cuello que se intensifica a medida que aumenta la excitación sexual. El tipo explosivo es un dolor de cabeza intenso y repentino que se produce en el momento del orgasmo. El tipo postural es una cefalea postural que se asemeja a la de la baja presión del LCR, y se desarrolla después del coito. La paciente de este caso encaja en el perfil del tipo explosivo.

Debería considerarse la realización de pruebas como la resonancia magnética cerebral con ARM intracraneal, aunque se espera que el rendimiento sea bajo en vista de la historia de 3 cefaleas idénticas. Sin embargo, se recomienda precaución al diagnosticar la primera cefalea sexual, ya que la actividad sexual es el precipitante de hasta el 12% de los aneurismas saculares rotos y del 4% de los pacientes con HSA debida a MAV sangrantes. En raras ocasiones, los feocromocitomas pueden presentarse con hipertensión paroxística precipitada por la actividad sexual. La patología de la fosa posterior, como una neoplasia o una malformación de Chiari, se asocia más comúnmente con cefaleas secundarias a la tos y al esfuerzo que con cefaleas sexuales.

En un estudio de pacientes con cefalea de tipo explosivo, los que interrumpieron la actividad sexual antes del orgasmo experimentaron una duración de la cefalea de 5 minutos a 2 horas. Los que procedieron al orgasmo tuvieron un dolor de cabeza severo durante 3 minutos a 4 horas y un dolor de cabeza más leve durante 1-48 horas después. El 40% de los pacientes con el tipo explosivo también sufren cefalea de esfuerzo. Los antecedentes personales o familiares de migraña son comunes en las cefaleas sexuales. Estas cefaleas se producen con mayor frecuencia cuando la persona intenta alcanzar más de un orgasmo tras un breve intervalo. El sildenafilo puede provocar cefaleas en el 10% de los usuarios. El dolor extracefálico puede deberse a la masturbación. Se han descrito dolores paroxísticos severos tipo picahielo referidos al cuello en un paciente con mielopatía cervical espondilítica compresiva, y referidos a la ingle y a los genitales en otro paciente con cordón umbilical.

La historia natural del tipo explosivo benigno de las cefaleas sexuales es variable. En un estudio de 26 pacientes, las cefaleas desaparecieron en el 50% después de 6 semanas a 6 meses, pero reaparecieron en el 50% después de remisiones de hasta 6 años. Las cefaleas pueden prevenirse en algunos pacientes mediante la pérdida de peso, un programa de ejercicios, un papel más pasivo durante el coito, la variación de la postura, la limitación de la actividad sexual adicional en el mismo día y los medicamentos. Se ha informado de que la indometacina, el tartrato de ergotamina, la metilsergida o el naratriptán tomados antes de la actividad sexual son preventivos. El propranolol (40-200 mg en total al día) y el diltiazem (60 mg 3 veces al día) pueden administrarse como preventivos diarios si este tipo de cefalea se produce con frecuencia.

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