La extracción del acné es un procedimiento común utilizado para tratar algunas formas de acné. Tener paciencia es difícil, especialmente cuando se trata de granos. Cuando se desarrolla un brote -ya sea un punto negro, un punto blanco o una lesión quística- resistir el impulso de apretar, pinchar y hurgar en el bulto puede ser casi imposible. Entendemos que los brotes son frustrantes, y tratar de exprimir el sebo de un grano puede parecer el tratamiento más fácil y expeditivo disponible. Desgraciadamente, casi nunca es así.
Por muy problemático que parezca tu grano, intentar extraerlo en casa sólo exacerbará la irritación. Dañar la piel en casa puede ser muy grave, ya que puede provocar infecciones bacterianas, una mayor inflamación y cicatrices visibles de acné. Extraer un grano de forma segura y limpia es mucho más difícil de lo que la mayoría reconoce, y una serie de errores pueden hacer que el sebo penetre más profundamente en la piel. Sólo un profesional debe realizar este tipo de tratamiento del acné para garantizar tanto la seguridad como los mejores resultados posibles.
Tipos de extracción del acné
La extracción del acné, un tipo de tratamiento tópico del acné, se utiliza normalmente para tratar los comedones, un tipo de grano que incluye puntos negros y puntos blancos. El procedimiento no suele utilizarse para tratar pústulas, pápulas o comedones cercanos a los granos inflamados. Durante el procedimiento, un profesional eliminará físicamente el material que obstruye el poro. Además, el acné quístico rara vez se trata con la extracción. En la mayoría de los casos, la obstrucción es demasiado profunda para que un médico pueda realizar el procedimiento de forma segura sin causar daños. Si tiene acné quístico, los tratamientos con láser, los tratamientos orales y los antibióticos son las mejores opciones.
Cómo funciona la extracción del acné
La extracción del acné en una clínica de dermatología es similar a la que podría experimentar en casa, sólo que es segura, estéril y se practica. Este tratamiento del acné se suele probar con otros métodos, como los tratamientos orales y tópicos, no tienen éxito en el tratamiento del acné. En algunos casos, también se puede utilizar para tratar rápidamente una mancha.
Los profesionales del cuidado de la piel se tomarán su tiempo con este procedimiento, ya que es importante reducir la posibilidad de daños en la piel, cicatrices y empujar el sebo más en la piel. El procedimiento se realiza con herramientas estériles, que minimizan el riesgo de introducir bacterias en el poro.
Para la mayoría de las extracciones de acné, el primer paso es abrir el poro. Esto es crucial para evitar la formación de cicatrices, ya que intentar forzar el sebo, el aceite o los residuos a través de un poro estrecho puede causar desgarros y hematomas. El técnico creará un camino claro para que la acumulación se desplace a través de él. A continuación, aplicará presión alrededor de la lesión para forzar la salida del sebo. Esto se suele hacer identificando la dirección del poro y aplicando presión en puntos estratégicos para minimizar el daño a la piel. Durante el proceso, el técnico puede utilizar diversos dispositivos, como herramientas de succión y lanzas para ayudar a aflojar los restos.
Qué esperar de la extracción del acné
La extracción del acné es un procedimiento rápido y relativamente indoloro. Dependiendo del tamaño y la profundidad de la lesión, el proceso no debería tardar más de unos minutos en completarse. Si tiene la piel sensible o una baja tolerancia al dolor, su proveedor puede aplicar una crema anestésica en la zona para evitar las molestias, pero ese suele ser el único alivio del dolor que necesitan nuestros pacientes. La zona tratada puede aparecer enrojecida e hinchada durante las horas siguientes a la extracción del acné, pero esto debería desaparecer en uno o dos días.