La faringitis/amigdalitis aguda, que se caracteriza por la inflamación de la faringe posterior y las amígdalas, es una enfermedad común. Varios virus y bacterias pueden causar faringitis aguda; sin embargo, Streptococcus pyogenes (también conocido como estreptococo β-hemolítico del grupo A de Lancefield) es el único agente que requiere un diagnóstico etiológico y un tratamiento específico. S. pyogenes tiene una gran importancia clínica porque puede desencadenar complicaciones sistémicas posteriores a la infección, fiebre reumática aguda y glomerulonefritis postestreptocócica. La aparición de los síntomas de la infección estreptocócica suele ser brusca e incluye dolor de garganta intenso, fiebre, escalofríos, malestar general, cefalea, aumento de tamaño de los ganglios linfáticos cervicales anteriores y exudado faríngeo o amigdalar. La tos, la coriza, la conjuntivitis y la diarrea son poco frecuentes y su presencia sugiere una causa viral. El diagnóstico de faringitis se apoya en la historia del paciente y en la exploración física. El cultivo de garganta es el estándar de oro para el diagnóstico de la faringitis por estreptococos. Sin embargo, se ha infrautilizado en los servicios de salud pública debido a su escasa disponibilidad y al retraso de 1 a 2 días en la obtención de los resultados. Se han utilizado pruebas de detección rápida de antígenos para detectar S. pyogenes directamente a partir de hisopos de garganta en cuestión de minutos. Se han desarrollado sistemas de puntuación clínica para predecir el riesgo de infección por S. pyogenes. El sistema de puntuación más utilizado es la puntuación de Centor modificada. La faringitis aguda por S. pyogenes suele ser una enfermedad autolimitada. Las penicilinas son el tratamiento de primera elección. Para los pacientes con alergia a la penicilina, las cefalosporinas pueden ser una alternativa aceptable, aunque puede producirse una hipersensibilidad primaria a las cefalosporinas. Otra opción farmacológica son los macrólidos. Las perspectivas futuras para prevenir la faringitis estreptocócica y las complicaciones sistémicas posteriores a la infección incluyen el desarrollo de una vacuna anti-Streptococcus pyogenes.

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