Acerca de Venezuela

Con su reputación de violencia e inestabilidad política, muchos viajeros optan por dar esquinazo a Venezuela. Sin embargo, quienes se atrevan a visitar esta aguerrida nación sudamericana descubrirán un país de extraordinaria diversidad y abundante belleza natural; una tierra de elevados picos andinos, misteriosas mesetas del Mundo Perdido, selvas llenas de vida salvaje, vibrantes ciudades e idílicas islas caribeñas.
En el corazón de todo esto se encuentra Caracas, la bulliciosa capital de Venezuela. La ciudad, un batiburrillo de favelas en las laderas, edificios coloniales en ruinas y relucientes rascacielos, tiene mucho que ofrecer a los visitantes; hay una buena colección de museos, galerías y monumentos históricos, por no hablar de una animada vida nocturna. Incluso la comida es buena, hoy en día. Pero a pesar de su atractivo, la mayoría de las atracciones de Venezuela se encuentran más allá de la capital, escondidas en parques y reservas nacionales que cubren un impresionante 40% del país.

Las exuberantes tierras bajas tropicales de Los Llanos albergan una abundante vida salvaje, con hatos (ranchos) ecológicos que ofrecen safaris para ver caimanes, pumas, anacondas, capibaras, cientos de aves y mucho más. También están las montañas de las Tierras Altas de Guayana, cuyas cumbres se ciernen sobre sabanas doradas y están repletas de flora y fauna prehistórica. Estos imponentes picos dan lugar a espectaculares cascadas, entre las que se encuentra el impresionante Salto Ángel, oficialmente el más alto del mundo.

Los más aventureros podrán saciar su apetito con una excursión a la selva virgen del Amazonas, la región menos visitada de Venezuela, donde las comunidades indígenas se aferran a su vida tradicional en la selva. Otra opción es dirigirse a Mérida para abordar las elevadas cumbres andinas o pescar pirañas en el Orinoco, el segundo río más largo de Sudamérica, que desemboca en los humedales del Delta del Orinoco, ricos en fauna y flora.

Además, las cristalinas aguas del Caribe se extienden por la impresionante costa venezolana, donde las numerosas islas de alta mar ofrecen amplias oportunidades para bucear en los arrecifes, salir de fiesta y disfrutar del placer. Entre ellas, el archipiélago de Los Roques, que es el epítome del idilio insular caribeño y está muy lejos de los desagradables titulares del continente.

Presidente de la República.