Haemophilus influenzae es un tipo de bacteria que crece en las vías respiratorias superiores de adultos y niños, normalmente sin causar ninguna enfermedad. El Haemophilus influenzae tipo b, conocido como Hib para abreviar, es uno de los 6 tipos que se han descrito.

El Haemophilus influenzae tipo b puede causar algunas afecciones graves que ponen en peligro la vida, como la meningitis (inflamación del revestimiento del cerebro y la médula espinal) y la epiglotitis (inflamación de la epiglotis, el pequeño cartílago situado en la base de la lengua que cierra la caja de la voz al comer o beber). Sin embargo, desde la generalización de la vacunación, el Hib no es una causa común de ninguna de estas afecciones.

Otras afecciones que puede causar el Hib son la neumonía, la artritis séptica, la bronquitis y las infecciones del oído medio.

¿Cómo se transmite el Haemophilus influenzae?

El Haemophilus influenzae tipo B (Hib) es muy contagioso, ya que se transmite a través de las gotitas infectadas de líquido que se dispersan cuando las personas infectadas tosen o estornudan. El Hib puede ser transmitido por personas sanas que pueden ser portadoras de la bacteria en la nariz y la garganta. El Hib también puede propagarse por contacto directo con las gotitas infectadas en las superficies, pero no sobrevive mucho tiempo fuera del cuerpo.

¿Qué problemas y complicaciones puede causar el Hib?

La infección por Haemophilus influenzae puede causar varias enfermedades graves, y la infección invasiva siempre requerirá la hospitalización inmediata de la persona infectada. Las enfermedades que puede causar la infección por Hib son:

  • Meningitis – infección de la médula espinal y el cerebro
  • Epiglotitis – inflamación de la epiglotis – el pequeño cartílago situado en la base de la lengua que cierra la laringe cuando se come o bebe
  • Infecciones del oído medio
  • Conjuntivitis – inflamación de la conjuntiva – el tejido claro tejido transparente que recubre los párpados y la parte blanca del globo ocular
  • Sinusitis – inflamación de los senos paranasales
  • Bronquitis – inflamación de las vías respiratorias de los pulmones
  • Neumonía – inflamación de los pulmones
  • Artritis séptica – infección de una o varias articulaciones
  • Septicemia – envenenamiento de la sangre.

Síntomas del Hib

Se cree que el periodo de incubación del Hib es de 2 a 4 días. Hoy en día, la mayoría de los casos en Australia no se dan en niños, sino en adultos con enfermedades subyacentes de larga duración.

Los síntomas de la infección por Hib dependen de los problemas o afecciones que esté causando y pueden incluir:

  • Signos y síntomas de meningitis, como rigidez de cuello y fotofobia (sensibilidad a la luz). Éstos son poco frecuentes en los lactantes, que presentan síntomas más inespecíficos como fiebre alta, somnolencia y mala alimentación.
  • Signos y síntomas de epiglotitis, como dificultades respiratorias, ansiedad, goteo/borras y estridor (un sonido respiratorio agudo).
  • Fiebre y escalofríos.
  • Dolor de cabeza.
  • Cansancio – excesivo.
  • Tos.
  • Dificultad para respirar o falta de aire.
  • Ansiedad.
  • Náuseas.

Los síntomas pueden aparecer rápidamente y empeorar rápidamente en los niños, por lo que es necesaria la atención médica urgente.

Diagnóstico

El diagnóstico de la infección por Hib suele depender del aislamiento e identificación de la bacteria Haemophilus. Si un médico sospecha que tiene una infección por Hib, le tomará una muestra de sangre. Puede ser necesario realizar una punción lumbar para obtener una muestra de LCR (líquido cefalorraquídeo). Otras investigaciones que pueden realizarse para ayudar al diagnóstico son una radiografía de tórax, una tomografía computarizada o un ECG (ecocardiograma).

La infección invasiva por Hib es una enfermedad de declaración obligatoria en Australia.

Tratamiento

El tratamiento del Hib suele incluir antibióticos y, en el caso de la enfermedad invasiva, el ingreso urgente en el hospital. Dependiendo de los síntomas, la persona puede necesitar otras medidas, por ejemplo, oxigenoterapia para ayudarle a respirar.

Perspectiva tras la infección por Hib

Además del riesgo de muerte, la meningitis por Hib puede tener efectos duraderos. Estos pueden incluir problemas nerviosos, pérdida permanente de la audición y convulsiones. La artritis séptica podría causar daños en las articulaciones, pero es más probable que la mayoría de las demás infecciones por Hib se resuelvan sin consecuencias a largo plazo.

La vacunación contra Haemophilus influenzae

La vacunación es la mejor manera de evitar la infección por Hib. Desde la introducción de la vacunación sistemática contra el Hib en 1993 en Australia, el número de casos de infección por Hib se ha reducido considerablemente. En los años anteriores a la introducción de la vacunación, solía haber al menos 500 casos de Hib al año en niños menores de 6 años en Australia.

Los niños aborígenes e isleños del Estrecho de Torres tenían una mayor incidencia de la enfermedad por Hib que los niños no indígenas y tendían a tener la enfermedad por Hib a una edad más temprana, sin embargo, se ha producido una notable reducción de las infecciones desde que se introdujo la vacunación.

La vacunación contra el Hib está disponible en el Programa Nacional de Inmunización de forma gratuita. Las recomendaciones actuales son la vacunación de todos los niños a partir de los 2 meses de edad, junto con las demás vacunas infantiles estándar.

Las inyecciones contra el Hib se administran a diferentes edades, dependiendo del tipo de vacuna contra el Hib utilizada. La vacuna contra el Hib se administra junto con otras vacunas a los:

  • 2 meses, 4 meses y 6 meses, con un refuerzo a los 12 meses, o
  • 2 meses, 4 meses y 12 meses.

La vacunación de recuperación está disponible para los niños menores de 5 años que no hayan recibido la vacuna contra el Hib. Consulte a su médico si tiene hijos menores de 5 años que no están protegidos contra la Hib.

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