La ketamina se utilizaba antes principalmente como anestésico en los campos de batalla y en los quirófanos. Ahora este medicamento está ganando terreno como tratamiento prometedor para algunos casos de depresión mayor, que es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. En Estados Unidos, estimaciones recientes muestran que 16 millones de adultos tuvieron un episodio de depresión mayor en el transcurso de un año. Las tasas de suicidio aumentaron sustancialmente entre 1999 y 2016, incrementándose en más de un 30% en 25 estados. Debido a su rápida acción, la ketamina podría tener un papel que desempeñar para ayudar a prevenir el suicidio.

¿Por qué es emocionante la ketamina para tratar la depresión?

Si una persona responde a la ketamina, puede reducir rápidamente la suicidalidad (pensamientos y actos que amenazan la vida) y aliviar otros síntomas graves de la depresión. La ketamina también puede ser eficaz para tratar la depresión combinada con la ansiedad.

Otros tratamientos para los pensamientos suicidas y la depresión suelen tardar semanas o incluso meses en surtir efecto, y algunas personas necesitan probar varios medicamentos o enfoques para obtener alivio. Esto es así en el caso de las terapias de conversación, los medicamentos antidepresivos, la estimulación magnética transcraneal (EMT) y la terapia electroconvulsiva (TEC), que es actualmente el tratamiento más eficaz para la depresión mayor que no responde a otras terapias.

¿Existen diferentes tipos de ketamina?

Se utilizan dos tipos principales de ketamina para tratar la depresión mayor que no ha respondido a dos o más medicamentos (depresión resistente al tratamiento).

  • Ketamina racémica, que se administra con mayor frecuencia en forma de infusión en el torrente sanguíneo. A veces se denomina ketamina intravenosa o IV. Se trata de una mezcla de dos moléculas de aspecto especular: La ketamina «R» y «S». Aunque la FDA la aprobó hace décadas como anestésico, se utiliza de forma no autorizada para tratar la depresión.
  • La esketamina (Spravato), que la FDA aprobó en marzo, se administra en forma de aerosol nasal. Utiliza únicamente la molécula «S».

Hasta ahora, la mayor parte de las investigaciones se han realizado con infusiones de ketamina.

Las dos formas de ketamina interactúan de forma diferente con los receptores del cerebro. La administración de ketamina y el tipo administrado afectan a la eficacia del fármaco y a los efectos secundarios. Todavía no se sabe qué tipo es más eficaz ni en qué medida pueden diferir los efectos secundarios. Se necesitan más investigaciones que comparen la eficacia y los efectos secundarios.

¿Cómo funciona la ketamina?

No está del todo claro cómo funciona la ketamina. Debido a que ejerce un efecto antidepresivo a través de un nuevo mecanismo, la ketamina puede ser capaz de ayudar a las personas a manejar con éxito la depresión cuando otros tratamientos no han funcionado.

Un objetivo probable de la ketamina son los receptores NMDA en el cerebro. Al unirse a estos receptores, la ketamina parece aumentar la cantidad de un neurotransmisor llamado glutamato en los espacios entre las neuronas. A continuación, el glutamato activa las conexiones de otro receptor, llamado receptor AMPA. Juntos, el bloqueo inicial de los receptores NMDA y la activación de los receptores AMPA conducen a la liberación de otras moléculas que ayudan a las neuronas a comunicarse entre sí a lo largo de nuevas vías. Conocido como sinaptogénesis, este proceso probablemente afecta al estado de ánimo, los patrones de pensamiento y la cognición.

La ketamina también puede influir en la depresión de otras maneras. Por ejemplo, podría reducir las señales implicadas en la inflamación, que se ha relacionado con los trastornos del estado de ánimo, o facilitar la comunicación dentro de áreas específicas del cerebro. Lo más probable es que la ketamina actúe de varias maneras al mismo tiempo, muchas de las cuales se están estudiando.

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de la ketamina?

Todos los medicamentos tienen efectos secundarios. Cuando alguien es suicida o está muy deprimido, los posibles beneficios pueden superar los posibles riesgos.

La ketamina administrada por infusión puede causar:

  • Presión arterial elevada
  • Náuseas y vómitos
  • Alteraciones perceptivas (el tiempo parece acelerarse o ralentizarse; colores, texturas y ruidos que parecen especialmente estimulantes; visión borrosa)
  • Disociación (a veces llamadas experiencias extracorporales); en raras ocasiones, una persona puede sentir como si estuviera mirando hacia abajo en su cuerpo, por ejemplo.

En general, cualquier cambio en la percepción o disociación es más notable durante la primera infusión y termina muy rápidamente después.

El spray nasal de esketamina puede causar los mismos efectos secundarios. Sin embargo, el momento y la intensidad de esos efectos son diferentes.

El uso prolongado o frecuente de la ketamina puede tener efectos secundarios adicionales. Se necesitan más investigaciones al respecto.

¿Qué más debe saber sobre la ketamina?

  • Se administra una dosis mucho menor de ketamina para la depresión en comparación con la dosis necesaria para la anestesia.
  • Al igual que los opioides, la ketamina tiene propiedades adictivas. Es importante entender esto al sopesar los riesgos y los beneficios. Si tiene un historial de abuso de sustancias, como el alcohol o las drogas, es especialmente importante que usted y su médico consideren si la ketamina es una buena opción para usted.
  • Cuando la ketamina intravenosa (racémica) funciona, las personas suelen responder a ella en el plazo de una a tres infusiones. Si una persona no responde en absoluto, es poco probable que más infusiones ayuden. En su lugar, probablemente sea mejor probar otros tratamientos para la depresión.
  • Las personas que experimentan cierto alivio de la depresión en uno o tres tratamientos con ketamina probablemente prolonguen estos efectos positivos si el tratamiento se repite varias veces más. Las sesiones posteriores pueden ayudar a prolongar los efectos de la ketamina, en lugar de lograr un mayor alivio dramático de los síntomas. No hay directrices estándar para esto. Muchos estudios ofrecen ocho tratamientos inicialmente (fase aguda). Después de esto, el paciente y el médico deciden si reducir o suspender los tratamientos con ketamina, o continuar los tratamientos a intervalos más largos.

Para más información sobre la ketamina

Instituto Nacional de Salud Mental

FDA

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