Más de 3 millones de estadounidenses desarrollan cáncer de piel cada año. Nuestra comprensión de cómo se desarrolla el cáncer de piel es limitada; la única estrategia médica conocida para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel es evitar el daño de la piel por el sol. Hay varias formas de conseguirlo: permanecer en el interior durante las horas centrales del día, llevar ropa y sombreros para cubrir la piel y, por supuesto, utilizar protección solar.
Pero las pruebas de la eficacia de la protección solar contra el cáncer de piel son contradictorias. Para empezar, es difícil estudiar los vínculos entre la exposición al sol, el uso de protectores solares y el cáncer de piel porque la exposición al sol durante toda la vida de una persona contribuye a dañar la piel. Cuando un participante se inscribe en un estudio, el daño puede haberse producido ya. Además, puede ser difícil evaluar si los participantes en el estudio se aplican bien y con frecuencia la protección solar.
Los investigadores clasifican los cánceres de piel en dos tipos principales: melanoma y no melanoma. Algunos datos muestran que la protección solar es más útil para prevenir los cánceres de piel no melanoma. También hay pruebas limitadas de que la exposición al sol y las quemaduras solares aumentan el riesgo de desarrollar un melanoma, la forma más mortífera de cáncer de piel. Pero también hay muchos estudios que concluyen que los protectores solares no reducen el riesgo de desarrollar ninguno de los dos tipos de cáncer de piel.
A pesar de las pruebas contradictorias, la Academia Americana de Dermatología recomienda los protectores solares para prevenir el cáncer de piel. Pero, ¿cuáles son los más seguros y los que mejor funcionan?
El Grupo de Trabajo Medioambiental, sin ánimo de lucro, publica un informe anual sobre los protectores solares que califica a más de 1.000 protectores solares y 600 cremas hidratantes. Los productos se etiquetan en una escala del uno al diez basada en fuentes de datos de la industria, el gobierno y el mundo académico y en una revisión de la literatura técnica sobre protectores solares. Los productos se clasifican en función de los posibles riesgos para la salud asociados a los ingredientes enumerados y de la cantidad de protección solar que ofrece el producto. El informe también incluye una amplia base de datos en línea que permite buscar un producto de protección solar.
El informe de este año tiene algunas observaciones interesantes resumidas en una hoja de consejos para los consumidores. Entre ellas:
- No se deje engañar por un FPS alto. Los productos etiquetados con un FPS alto sólo proporcionan una protección marginalmente mejor en comparación con los productos con un FPS más bajo. Por ejemplo, un protector solar con FPS 60 no proporciona el doble de protección solar que un producto con FPS 30.
- Muchos protectores solares incluyen un aditivo de vitamina A que puede acelerar el desarrollo del cáncer de piel. La industria de los protectores solares añade una forma de vitamina A llamada palmitato de retinilo a algunos productos de protección solar para ayudar a prevenir el envejecimiento. Pero los estudios demuestran que puede desencadenar el desarrollo de tumores y lesiones cutáneas cuando se utiliza en la piel en presencia de la luz solar.
- El protector solar no protege la piel de todos los tipos de daño solar. Los rayos ultravioleta del sol causan otros daños además de las quemaduras solares al generar radicales libres que dañan las células de la piel. Los protectores solares ayudan, pero no del todo. No aplicar suficiente protector solar, no aplicarlo con frecuencia y utilizar productos con poca protección contra los rayos UVA puede provocar daños en la piel que no podemos ver a simple vista.
- Algunos ingredientes de los protectores solares afectan a la producción de hormonas y provocan alergias. Los protectores solares están diseñados para penetrar en la piel para que duren, pero esto a menudo significa que son absorbidos por el cuerpo. Los estudios demuestran que algunos de los ingredientes pueden alterar la producción de hormonas o provocar alergias en la piel.
El mensaje para llevar a casa: Elegir un protector solar que proteja totalmente la piel del sol sin aumentar el riesgo de otros problemas de salud puede ser una propuesta complicada. Pero un poco de investigación puede ayudar a encontrar un producto que sea seguro y eficaz. Siempre que un protector solar no sea peligroso, las pruebas demuestran que puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Por favor, visite el sitio web del Centro Bronfenbrenner de Investigación Traslacional de la Universidad de Cornell para obtener más información sobre nuestro trabajo para resolver problemas humanos.