Cargar las baterías de los patinetes eléctricos compartidos durante la noche -la última entrada en nuestra metastásica economía del trabajo- puede ser una tarea un poco ingrata. La paga es mínima, los patinetes pueden ser difíciles de encontrar y los autónomos se quejan a menudo de las condiciones inseguras. Lime, uno de los principales actores en el negocio de los patinetes electrónicos compartidos, quiere poner un poco de orden en el caos.
La startup con sede en San Francisco está probando una nueva función que permite a su plantilla de «exprimidores» reservar un patinete antes de recogerlo para cargarlo. De este modo, los exprimidores pueden reclamar un scooter antes de llegar a su ubicación. Anteriormente, la recogida de patinetes para su carga (que Lime denomina «cosecha») se realizaba por orden de llegada, y solo podía hacerse una vez que el exprimidor llegaba a la ubicación del patinete y lo desbloqueaba con la app.
Lime está probando la función de reserva en Oakland, California, así como en Auckland, Nueva Zelanda, y Brisbane, Australia, con el objetivo de extenderla rápidamente a más mercados.
Bird y Lime, las dos startups más dominantes en el juego de los patinetes sin conductor de rápido crecimiento (pero aún con pérdidas de dinero), dependen de contratistas independientes para recoger y cargar sus patinetes cada noche. Otras empresas, como Jump, propiedad de Uber, utilizan empleados a tiempo completo para gestionar las operaciones en tierra.
Tanto Bird como Lime tienen modelos similares en los que te pagan un sueldo base de 3 a 5 dólares por cargar y liberar cada patinete. Esta paga varía en función del tiempo que haya pasado desde que se cargó el scooter y de cuándo esté disponible. En el caso de Bird, la paga puede variar entre 3 y 20 dólares por patinete.
La tarea suele consistir en localizar patinetes con las baterías agotadas en la aplicación, apilarlos en un coche o camión y llevarlos a casa para cargarlos durante la noche. Los cargadores tienen que comprar fuentes de alimentación y adaptadores para completar la tarea.
Pero ese trabajo es mucho más difícil de lo que parece. Los cargadores se quejan de que la ubicación de un scooter en la aplicación no siempre se corresponde con su ubicación en la vida real. Se sabe que algunas personas acaparan scooters en un intento de estafar a las empresas de scooters, y los delincuentes han utilizado scooters para atraer a autónomos emprendedores a zonas inseguras para robarles o algo peor, según las fuentes.
¿La nueva función de reserva de Lime solucionará todos estos problemas? No, pero sin duda abordará algunas de las preocupaciones derivadas de la comunidad de exprimidores.