Hay muchos rumores sobre los efectos que la soja puede tener en el cuerpo, así que pedimos a la investigadora de salud de Viva! Veronika Powell que comparta la verdad que hay detrás de los cuentos…

La historia del consumo de soja se remonta al siglo XI a.C. en China. En los siglos XV y XVI, la soja se introdujo en muchas partes de Asia, como Japón y la India, y en el siglo XVIII se empezó a cultivar en Estados Unidos. Desde entonces, se ha convertido en una parte importante de la dieta de muchas poblaciones y ha ganado popularidad entre los vegetarianos y los veganos por su versatilidad, sus nutrientes y sus beneficios para la salud.

Valor nutricional

La soja es una buena fuente de proteínas, ya que contiene los ocho aminoácidos esenciales (bloques de construcción de proteínas) que necesita el cuerpo humano. También es una rica fuente de grasas poliinsaturadas (incluyendo los esenciales Omega-3) y no contiene colesterol. Además, contiene antioxidantes que combaten las enfermedades, vitaminas del grupo B (incluido el folato) y hierro. Los productos de soja enriquecidos con calcio, como la leche de soja y el tofu, también aportan cantidades significativas de este importante mineral. Las judías de soja (edamame) y los productos elaborados con las judías enteras son una buena fuente de fibra, que es importante para la salud intestinal y puede reducir el colesterol.

Fitoestrógenos

Muchas de las críticas y ataques a la soja se centran en los fitoestrógenos. ¿De qué se trata? Los fitoestrógenos son sustancias naturales que se encuentran en muchas frutas, verduras, judías secas, guisantes y cereales integrales. Las isoflavonas son el tipo particular de fitoestrógenos que se encuentran en las judías. La estructura química de los fitoestrógenos es similar, pero no idéntica, a la del estrógeno humano. De hecho, se calcula que los fitoestrógenos son entre 100 y 100.000 veces más débiles que los estrógenos que se producen de forma natural en los seres humanos (o en la leche de vaca).

Los estudios científicos y las revisiones que se centran exclusivamente en los datos de los seres humanos concluyen que las isoflavonas de los alimentos de soja son completamente seguras y no suponen ningún riesgo para la salud. Las preocupaciones se basan en experimentos con animales, que son irrelevantes porque no sólo los fitoestrógenos se comportan de forma diferente en las distintas especies, sino que además muchos de los experimentos con animales se basaron en la inyección de altas dosis de isoflavonas aisladas o en la alimentación forzada de cantidades extremas, lo que tiene poca relevancia para la salud humana.

Las investigaciones que examinaron el efecto de los preparados para lactantes a base de soja sobre el desarrollo sexual y la fertilidad no encontraron pruebas de efectos adversos en ninguno de ellos. Y los estudios que analizan las isoflavonas de la soja y su posible efecto sobre las hormonas masculinas y las funciones reproductivas concluyeron que no hay motivos de preocupación.

El Comité del Reino Unido sobre la Toxicidad de las Sustancias Químicas en los Alimentos, los Productos de Consumo y el Medio Ambiente llevó a cabo un análisis en profundidad de los efectos de la soja en la salud humana y reconoció que no hay pruebas de que las poblaciones que consumen regularmente altas cantidades de soja tengan alterado el desarrollo sexual o la fertilidad.

Salud del corazón

Los científicos están de acuerdo en que la soja puede mejorar la salud del corazón, un hecho respaldado por docenas de ensayos clínicos controlados. Se ha demostrado que el consumo de soja reduce los niveles de colesterol y la acumulación de placa en las arterias, lo que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo saludable.

Una de las formas en que la proteína de soja ayuda a prevenir o tratar las enfermedades del corazón es que interfiere en la síntesis del colesterol en el hígado. Los estudios también sugieren que las isoflavonas y la composición de la proteína de soja actúan conjuntamente para reducir el colesterol y
así el riesgo de ataques cardíacos
y de accidentes cerebrovasculares.

Síntomas de la menopausia

Se descubrió que las mujeres japonesas que consumían la mayor cantidad de alimentos de soja tenían menos de la mitad de sofocos en comparación con las que consumían menos. En la actualidad hay muchos estudios que demuestran que complementar la dieta con alimentos de soja o isoflavonas de soja puede reducir la frecuencia o la gravedad de los sofocos y algunos otros síntomas de la menopausia.

La Sociedad Norteamericana de Menopausia realizó una revisión exhaustiva de la investigación sobre la soja y los síntomas de la menopausia y concluyó que las isoflavonas de soja son eficaces para controlar los sofocos. Sin embargo, dado que la dieta en general influye en nuestra salud, es mejor incluir los alimentos de soja en la dieta que tomar suplementos.

Cáncer de mama

Varios estudios realizados en distintos países sugieren que el consumo regular de soja durante la adolescencia reduce el riesgo de padecer cáncer de mama más adelante y el riesgo sigue disminuyendo si se sigue consumiendo soja en la edad adulta.

Recientemente se ha demostrado que el efecto protector de la soja se aplica también a las mujeres que padecen cáncer de mama. El Estudio de Supervivencia del Cáncer de Mama de Shanghai analizó a más de 5.000 mujeres a las que se les había diagnosticado previamente cáncer de mama. Los resultados mostraron que las que comían más alimentos de soja (11 gramos de proteína de soja al día, lo que equivale a una ración y media de tofu o leche de soja) tenían menos probabilidades de morir de la enfermedad y un riesgo significativamente menor de recidiva. Los mismos resultados se reprodujeron en otros estudios.

Fórmula infantil de soja

Las madres que no pueden amamantar y no pueden recurrir a la leche de donante tienen que utilizar leches especialmente formuladas para alimentar a su bebé. Las fórmulas infantiles a base de soja proporcionan todos los nutrientes que necesita un bebé en crecimiento. En Estados Unidos, el 25% de los bebés alimentados con fórmulas se alimentan con fórmulas de soja. Varios estudios confirman que los bebés alimentados con fórmulas a base de soja muestran un crecimiento y desarrollo normales. Aunque la lactancia materna es siempre superior a las fórmulas, todos los marcadores de desarrollo de los bebés alimentados con fórmulas de soja muestran que es una alternativa segura.

Impacto medioambiental de la soja y los transgénicos

El crecimiento de la soja es, en efecto, un problema grave, pero no por culpa de los veganos. Es por culpa de los consumidores de carne. Alrededor del 75% de la producción mundial de soja se destina a la alimentación del ganado -vacas, cerdos y pollos- para que la gente pueda comer carne y productos lácteos. Gran parte de ella procede del Amazonas. Por otro lado, sólo alrededor del 6% de los granos se consumen directamente como granos enteros o en productos de soja como el tofu, la leche de soja y la salsa de soja.

La mayoría de los fabricantes que utilizan soja como ingrediente para productos alimenticios humanos en el Reino Unido tienen una estricta política de soja no transgénica. Tampoco utilizan granos cultivados en el Amazonas o en otras tierras de la selva tropical. Si quiere estar seguro, elija productos ecológicos: la ausencia de OMG es uno de los criterios ecológicos.

Productos de soja

Los alimentos de larga tradición, como la salsa de soja, el tamari, el miso, el tempeh, el tofu y la leche de soja, se desarrollaron en Asia mediante métodos tradicionales de fermentación o precipitación. Muchos de estos alimentos utilizan el grano entero y son más saludables que los alimentos basados en aislados de proteína de soja, que son extractos de los granos e incluyen la proteína vegetal texturizada (TVP) y otros sustitutos de la carne. Sin embargo, los simulacros de carne a base de soja siguen siendo una valiosa fuente de proteínas buenas con bajo contenido en grasas.

Las judías son un alimento asombrosamente versátil y saludable, que puede disfrutarse y saborearse como parte de una dieta equilibrada. Ya sea con edamame, sopa de miso, salteado de tofu o un batido de frutas con leche, estas alubias son una forma deliciosa de añadir recetas nutritivas a su repertorio culinario.