SAN DIEGO- Los porcentajes más altos de saturación de transferrina (TSAT) predijeron un menor uso de hierro intravenoso y de agentes estimulantes de la eritropoyesis (AEE) en pacientes con enfermedad renal terminal (ERT), según un nuevo estudio presentado en la Semana del Riñón. Los niveles de ferritina sérica, en comparación, sólo parecían predecir la necesidad de hierro intravenoso (IV).
Se desconoce el nivel ideal de reservas de hierro, medido habitualmente mediante TSAT y ferritina, para optimizar la eficacia y la seguridad, por lo que los investigadores del Grupo de Estudio Colaborativo dirigido por Kausik Umanath, MD, MS, del Hospital Henry Ford de Detroit, y Jamie P. Dwyer, MD, de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, intentaron abordar esta cuestión utilizando la base de datos de un ensayo clínico recientemente finalizado del Collaborative Study Group, una organización internacional sin ánimo de lucro dedicada al diseño y análisis rigurosos de ensayos clínicos aleatorios piloto y multinacionales a gran escala en áreas terapéuticas relevantes.
El equipo de investigación examinó los datos de un ensayo de fase 3 de pacientes con insuficiencia renal terminal asignados aleatoriamente 2:1 para recibir tratamiento con el aglutinante de fosfato citrato férrico o un aglutinante de fosfato de control activo que no incluía hierro. Se permitió el uso de hierro por vía intravenosa a discreción de cada centro de estudio siempre que los niveles de ferritina o TSAT de los pacientes descendieran a 1.000 ng/mL o al 30%, respectivamente.
Los resultados mostraron que los pacientes con un TSAT del 34% o superior tenían un 37% menos de probabilidades de necesitar una dosis de AEE en el rango más alto (1.535 unidades por semana o más) para mantener la hemoglobina. (La ferritina, en comparación, no predijo la dosis de AEE.) Asimismo, la necesidad de dosis más altas de hierro intravenoso (48 mg por semana o más) fue menor en un 58% para el TSAT en el rango medio (26%-33%) y en un 77% para el TSAT en el rango más alto (34%- 83%). Los resultados fueron similares cuando se analizaron por control activo o tratamiento con citrato férrico.
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El TSAT por encima del 34% mostró el menor uso tanto de hierro IV como de AEE. Los niveles de ferritina más altos predijeron un menor uso de hierro IV solamente.
«Nuestros análisis indican que la TSAT puede ser un marcador más ilustrativo de las reservas de hierro que la ferritina en los pacientes con enfermedad renal terminal», dijo el Dr. Umanath a Renal & Urology News. «Dado que la ferritina es también un marcador de inflamación, las elevaciones de ferritina en un paciente con ESRD pueden no ser siempre un signo de aumento de hierro en el cuerpo».
El estudio, un análisis secundario de los datos recogidos para un propósito diferente, no llega a ser un ensayo prospectivo que pueda evaluar el valor de las reservas de hierro a niveles más altos que los utilizados actualmente, según los investigadores. Además, el estudio utilizó una media móvil de 90 días de ferritina y TSAT, lo que dificulta la interpretación de una única medición en un paciente individual en un momento dado.
De la edición del 01 de diciembre de 2015 de Renal and Urology News